Bricolaje, ¿por qué no pasa de moda en el 2023?

Como bricolaje se conocen aquellas actividades o manualidades que se hacen de forma aficionada o empírica, es decir, que no se hace de forma profesional. Incluye la creación, innovación, mantenimiento o reparación de algo en tu casa u oficina.

Si bien hace referencia a especialidades como la carpintería o la fontanería, también se relaciona con el arte. Así las cosas, el bricolaje en este aspecto en particular es una técnica en la que se usan distintos materiales, siendo una técnica de arte posmoderno.

Regresando a la primera definición, hoy te contaremos por qué esta moda llegó para quedarse en el 2023 y quién sabe hasta cuánto. Cada vez más crece la comunidad de personas que prefiere hacer sus propios arreglos y creaciones en casa, añadiendo mucha personalidad a sus espacios.

El panorama actual del bricolaje

De acuerdo con la European Federation of DIY Manufacturers, más del 60 % de los españoles recurren al bricolaje en sus propios hogares. Además de arriesgarse a hacer manualidades y reparaciones por sus propios medios, ahorran dinero en materiales y mano de obra.

Este alto porcentaje no sorprende si pensamos en la gran cantidad de videos que hay en internet y que motivan a las personas a desarrollar este tipo de tareas. Incluso, hay un número muy alto de tiendas físicas y online especializadas en bricolaje, lo que hace que para las personas sea mucho más sencillo obtener lo que requiere para hacer sus tareas en casa.

A todo esto se suma la gran satisfacción que nos deja el hacer cosas que parecen complejas por nuestros propios medios y ni se diga de cómo se siente cuando tus seres queridos o amigos elogian tus obras.

¿Qué se necesita para hacer bricolaje?

Si hay algo que ha hecho del bricolaje una tendencia que llegó para quedarse es la facilidad de conseguir lo que se requiere para hacerlo realidad. Además, cada que hay que comprar herramientas, estas quedan para seguirlas usando en próximas tareas, así las cosas, lo más complejo puede ser empezar. Estas son algunas de las herramientas más básicas que puedes necesitar:

• Destornilladores de diferentes calibres y figuras.
• Llaves inglesas.
• Alicate universal.
• Grapadora y grapas
• Metro manual o electrónico.
• Martillo y clavos.
• Taladro y puntas.
• Segueta o serrucho y diferentes cuchillas.
• Botes de pintura de diferentes tipos y colores, brochas y pinceles.
• Selladores, lacas y productos para madera y diferentes materiales.
• Espátulas, lijadora y nivel.
• Gafas de protección visual, guantes y tapabocas.
• Máscaras para protegerte de los químicos u olores fuertes.

Sus beneficios

Publicaciones señalan que el bricolaje tiene grandes beneficios a nivel físico y mental. Se indica que mejora el estado de los huesos y el tono muscular, en especial en aquellas tareas que requieren de esfuerzo físico y gasto energético.

Además, se señala que reduce el estrés, así como los episodios de ansiedad. Por último, esta es una práctica que eleva la capacidad de ingenio y la creatividad.

De hecho, esta es una tendencia que puede compartirse con los más pequeños del hogar. Estudios señalan que las manualidades contribuyen a mejorar la convivencia de los niños en las aulas de clase. 

Tareas de bricolaje más populares

Si bien las tareas de bricolaje dependen de cada persona, incluso, de cada familia y sus necesidades, hay algunas tareas que son bastante populares. De hecho, esta tendencia ha aumentado con la llegada de conceptos como la sostenibilidad, el reciclaje y la ecología, dando paso al uso de cientos de materiales que antes solo se desechaban y ya.

Incluso, la transformación o reutilización de muebles, materias y objetos es otro de los conceptos que más ha fortalecido al bricolaje. Así, muchas personas lo piensan varias veces antes de tirar algo, antes de ello, logran ver en cada cosa un nuevo objeto o el recurso para crear uno nuevo.

• Arreglo de las goteras de los grifos y su cambio.
• Cambio de las bombillas y creación de lámparas a partir de diferentes objetos.
• Creación de accesorios para los objetos decorativos: adornos para los espejos.
• Cambio de plafones o creación de nuevos puntos de electricidad.
• Reparación de las paredes, del suelo o del techo.
• Relleno de huecos con masilla o arcilla.
• Recuperación del brillo de los pomos o tiradores.
• Creación de estantes para plantas u objetos decorativos.
• Diseño de macetas a partir de botes reciclados.

Como puedes darte cuenta, iniciarse en el bricolaje es sencillo. Es más, muchas veces podrías haberlo hecho sin darte cuenta.