Cómo puedes limpiar tu alfombra sin tener que retirarla de su lugar

¿Crees que para limpiar tu alfombra de manera completa debes quitarla de su lugar? ¡Nada más alejado de la realidad! Existen técnicas muy eficaces para hacer la limpieza con productos naturales o comprados.
Cómo puedes limpiar tu alfombra sin tener que retirarla de su lugar

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 agosto, 2018

Cuando tienes instalada una alfombra en cualquier ambiente del hogar, como por ejemplo en la habitación o en la sala, puede resultar algo tedioso limpiarla. Lo mismo sucede cuando la pieza es demasiado grande o pesada como para moverla de aquí para allá. No te preocupes, ya que en el siguiente artículo te contaremos cómo limpiar tu alfombra sin retirarla de su sitio. 

Tips para limpiar tu alfombra de manera eficaz

Es muy importante cumplir con la limpieza de las alfombras por diferentes motivos. Para comenzar, porque si están sucias le dan un mal aspecto al ambiente y le resta valor a la decoración y a los muebles.

Además, por supuesto, no podemos dejar de lado el factor salud: una alfombra manchada o que no se limpia seguido acumula alérgenos y polvo. Estos pueden traducirse en alergias y problemas respiratorios para ti y tu familia. Presta atención a estos consejos para limpiar tu alfombra:

1. Pasa la aspiradora

Es una tarea un tanto aburrida y monótona, pero al mismo tiempo fundamental en la limpieza del hogar. Si tienes mascotas, te recomendamos que lo hagas al menos dos veces por semana. De lo contrario, puedes hacerlo por ejemplo el sábado o domingo, o cualquier otro día que tengas libre.

Antes de pasar la aspiradora por la alfombra, revisa que no hayan quedado ‘escondidos’ objetos pequeños como juguetes, monedas o pendientes. Mira debajo de los muebles y también observa bajo el sofá.

Utiliza todos los accesorios que tengas a disposición en la aspiradora. Seguro habrá más de uno que te permita limpiar tu alfombra sin problemas. No te olvides de pasar la boquilla entre los zócalos y las esquinas, las zonas donde más se acumula el polvo.

Alfombra de color rojo en un baño.

2. Realiza limpiezas puntuales

Si algo se ha caído y ha manchado la alfombra, es necesario hacer una limpieza en el momento. Es más fácil quitar una mancha al instante que después que han pasado días (o semanas).

Para lograrlo, necesitas un trapo limpio y blanco, sin ningún estampado ni color, ya que puede pasar a la alfombra. Otra opción son las toallas de papel sin diseños.

Apoya el trapo seco sobre la mancha para que absorba el líquido y quita todos los residuos. Luego, utiliza otro paño húmedo para terminar la tarea. Te aconsejamos que no emplees cepillos porque dañan las fibras de la alfombra.

3. Elige un buen limpiador

En las tiendas, hay decenas de opciones para limpiar tu alfombra. Los detergentes o jabones para dicho fin se consiguen en aerosol o líquido, para facilitar la tarea. Presta mucha atención a los llamados ‘limpiadores multiuso’, ya que no todos sirven para las alfombras.

Es preferible que inviertas un poco más y compres un limpiador específico; no olvides que las alfombras son delicadas y no puedes echarles cualquier producto.

Antes de usarlo en toda la superficie, te recomendamos que lo pruebes en una esquina o zona poco visible. Es decir, no hagas la prueba sobre la mancha que quieres quitar; como se dice popularmente “puede ser peor el remedio que la enfermedad”.

Alfombra de algodón en beige

4. Opta por limpiadores caseros

Aunque no lo creas, los productos que puedes hacer en casa con ingredientes que sin dudas tendrás a mano suelen ser más efectivos que los comprados. Asimismo, también son menos invasivos para limpiar tu alfombra. Uno de los limpiadores caseros más ‘famosos’ es el que incluye:

  • ½ taza de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno).
  • 4 cucharadas de jabón de castilla.
  • 3 cucharadas de vinagre.
  • Opcional: 10 gotas de un aceite esencial a elección.

En un recipiente, mezcla todos los ingredientes y vierte sobre la alfombra. Deja que actúe durante 30 minutos y luego retira con un paño húmedo. No te olvides de secar muy bien la zona, ya sea con paños secos o con un ventilador.

Otra opción para quitar manchas (sobre todo de vino) de la alfombra de forma natural combina una taza de agua oxigenada y una cucharada de detergente de platos. Echa sobre la zona y deja media hora que actúe; tras esto, retira con agua tibia y un paño.

Limpiar tu alfombra no tiene por qué ser un trabajo tedioso si la mantienes aseada y en buenas condiciones. Cuando se mancha, solo es cuestión de usar un limpiador específico en el momento.