¿Platos rotos? Se pueden reaprovechar para la decoración

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez

Última actualización: 28 febrero, 2021

El hogar se puede nutrir de diferentes recursos ornamentales que pueden ser comprados o creados por nosotros mismos. Todo puede tener una segunda vida y recibir un nuevo uso; por eso, si tenemos platos rotos se pueden reaprovechar para la decoración.

En cualquier momento podemos sacar nuestro lado más creativo y realizar producciones propias que demuestren otro planteamiento estético; es decir, otra manera de proceder para ofrecer, así, un significado singular con el que poder desmarcarnos.

No cabe duda de que en la originalidad es donde encontramos la garantía del éxito. Sentirnos diferentes nos ayuda a obtener nuevas metas; de hecho, es en el mundo del interiorismo donde tenemos múltiples oportunidades de trabajar la personalidad propia.

Se rompe un plato, ¿qué hacemos?

Tal y como hemos mencionado, no todo lo que se rompe debe acabar en la basura. Si sucede con un plato, ¿es necesario deshacernos de él inmediatamente o se le puede sacar provecho de otra manera? En realidad, tenemos diferentes posibilidades, todo es cuestión de que busquemos una solución.

En el mundo de la artesanía, las manos son las herramientas de la mente. En el fondo, se está aplicando un procedimiento artístico con el que trabajamos los materiales según nos convengan. En otras palabras, una fórmula única de decorar los interiores.

De un plato roto se pueden extraer distintas piezas con las que podemos llevar a cabo diseños muy interesantes. Lo más conveniente es que se llegue a realizar un tratamiento que tenga un resultado vistoso y cuidado. Si no trabajamos esta idea con astucia, podemos perjudicar la imagen interior.

De cualquier objeto se puede crear una pieza de decoración.

Platos rotos: reaprovechar para la decoración

Algo que podemos confirmar es que los platos rotos se pueden reaprovechar para la decoración, pero ¿realmente sabemos cómo? Es momento de que extraigamos algunas ideas que nos permitan discernir qué posibilidades tenemos. Veamos algunos ejemplos:

• Las macetas de las plantas son uno de los elementos más sencillos de trabajar. Por toda la superficie se pueden ir pegando los distintos pedazos del plato. Si este es de colores pues, mucho mejor; así recibe un toque de policromía que resulte más elegante.
• Si se disponen sobre una superficie plana, como en una mesa o una encimera, también se consigue una apariencia atractiva. No obstante, si va a tener un uso posterior entonces se puede colocar un tablero de cristal por encima para que se vea la composición que hemos realizado.
• Si simplemente queremos convertir el plato en un recurso artístico, debemos disponerlo, por ejemplo, en una pared. De este modo, estamos elevando a condición de arte un elemento que, generalmente, se utiliza de manera funcional.
• En el caso de que queramos decorar a modo de marco de una fotografía, es preciso adaptar los pedazos a la forma rectangular del mismo. Si tenemos que definir más o pulir los bordes, podemos hacerlo sin ningún inconveniente. Todo es cuestión de ser creativos.

Creación de un mural

Probablemente, en más de una ocasión se nos ha roto un plato, un vaso, un jarrón, etc. Ante esta situación no hay que alarmarse, puesto que todo tiene una segunda oportunidad. Aunque no podamos devolver la forma original, sí podemos llevar a cabo otros diseños.

En ocasiones, decidimos decorar una pared con un mural. Es una forma de adornar una superficie que, aparentemente, estaría desnuda. Así, empleando las piezas de los diferentes objetos que se han roto, podemos construir una representación personalizada.

Para ello, hay que emplear cola y los pedazos de cerámica o vidrio; a partir de ahí, hay que realizar un diseño según nuestro criterio; es decir, una estampa que resulte atractiva. De nosotros dependerá el planteamiento que queramos hacer.

Un recurso original para decorar cualquier habitación.

El mosaico: un componente útil para la decoración

En esta línea, no podíamos olvidarnos del mosaico. Si tenemos numerosas piezas y estas a su vez son pequeñas, entonces debemos valorar esta idea como una fórmula apropiada para la decoración. El objetivo es que generemos un efecto sorpresa.

Sería un procedimiento semejante al del mural; es decir, representar un diseño que, en este caso, se puede hacer en cualquier superficie, incluso en el propio suelo, siendo muy interesante para engalanar el jardín.