Habitación juvenil con estilo nórdico
Los hijos crecen, y tal vez haya llegado el momento de convertir su dormitorio infantil en una habitación juvenil. Si quieres acertar de lleno con un estilo que seguro que amarán, apuesta por buscar inspiración nórdica, una tendencia decorativa que lleva años instalada entre nosotros y que es ideal para que los adolescentes se sientan a gusto.
¿Qué es el estilo nórdico?
A estas alturas, seguro que lo conoces de sobra, pero nunca está de más repasar de dónde viene y cuáles son las claves para que puedas ponerlo en práctica.
Las raíces del estilo nórdico se hallan en Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca y hasta mediados del siglo pasado no gozaba de ninguna popularidad. Con los años, se ha convertido en el rey de la decoración y no solo gracias a IKEA, que logró ponerlo al alcance de todos.
Parte de su éxito radica en su mezcla perfecta de simplicidad, funcionalidad y sencillez. Su máxima consiste en no tener nada en casa que no tenga una utilidad, y en cuanto a los detalles decorativos, estos deben aportar paz y energía positiva, de lo contrario: ¿qué haces con ellos en casa?
Las claves para una habitación juvenil nórdica
Si quieres transformar el dormitorio de tus hijos en un lugar más “adulto” pero sin recurrir a la seriedad de los modulares típicos, los muebles escandinavos son lo que estás buscando.
Siguiendo estos principios básicos, tendrás una habitación juvenil sin recurrir a grandes presupuestos, y lo mejor de todo es que ellos la amarán.
1. Espacios abiertos
Es uno de los preceptos básicos del estilo nórdico: los espacios diáfanos y que se comuniquen entre sí. Al estar hablando de un solo dormitorio, podríamos centrar esta regla en que visualmente conserve esa sensación de amplitud, lo que se traduce en que no lo satures.
2. Colores neutros
Una habitación juvenil nórdica estará llena de calma y luz, y esto, mezclado con un adolescente, suena a música para los oídos de cualquiera. Para conseguirlo debes valerte de una paleta de color que tenga como base el blanco, el gris y el beige. Si quieres darle algún toque de color, utiliza el azul claro en complementos o ropa de cama.
3. Naturaleza indoor
Los nórdicos aman la naturaleza, el bosque, el sol, los árboles. No te estamos diciendo que conviertas el dormitorio de tus hijos en un bosque, más bien que le des algunos toques a través de las plantas naturales, los detalles de madera raw o reflotada, incluso imágenes botánicas o con animales como el ciervo.
4. Luz a raudales
Por aquellas latitudes adoran cuando los rayos del sol los visitan, de ahí que sus casas tengan grandes ventanales que los dejen pasar y que prescindan de las cortinas.
La intimidad en una habitación juvenil es parte importante y nuestras costumbres son distintas. Lo que sí puedes hacer es poner un estor blanco y de una tela ligera que pase casi desapercibido y que se camufle con el resto de la decoración.
5. ¿Y la iluminación?
Cálida, como no podía ser de otra forma. Huye de las fuentes de luz frías, tal vez puedas colocar un flexo en su escritorio para que no les falte luz cuando estén estudiando, pero procura que la iluminación general sea suave y cálida. Esto crea un ambiente más acogedor e íntimo.
6. Eco-friendly
Los materiales que se utilizan deben ser respetuosos con el medio ambiente, maderas obtenidas de talas controladas, sin ningún tóxico de por medio.
A través de este gesto a la hora de amueblar una habitación juvenil, estás respetando el planeta y dándole a tu hijo un dormitorio más saludable. Fíjate en la composición de la ropa de cama, busca que sea de materiales naturales y evita los plásticos a toda costa.
7. Pisando fuerte, pero con suavidad
En lo que a suelos se refiere, una vez más la madera es la ganadora. La tarima en color claro o barnizada de blanco llenará de luz y calidez el dormitorio. Se verá más amplio y más limpio.
Puedes poner una alfombra de pelo largo durante el invierno para completar el cuadro. Ahora sí, ya tienes todas las claves del estilo nórdico, pero ¿qué necesita una habitación juvenil?
Los básicos de una habitación juvenil
- Una cama con un colchón de buena calidad. Los adolescentes pasan muchas horas durmiendo.
- Dos mesitas de noche sencillas y prácticas. Necesitan un lugar en el que dejar su móvil, el libro que leen o sus auriculares.
- Un escritorio para estudiar. Que sea de madera y acompáñalo de una buena silla. Si añades un mural en el que pueda escribir o pegar lo que tiene pendiente, mejor que mejor.
- Un mueble con espacio para almacenaje. Necesitan guardar todo: su ropa, sus electrónicos, sus secretos… Sí, necesitan privacidad.
- Objetos decorativos. Pocos y ligeros, evita llenarlos de cositas que solo acumulan polvo. Eso sí, dales la oportunidad de que ellos elijan cuáles quieren.
¡Listo! El dormitorio de sus sueños es una realidad.