¿Cómo hacer una terraza de hormigón?
De toda la casa, la terraza es uno de los espacios que más se disfrutan. Son perfectas para preparar comidas familiares o con amigos cuando llega el buen tiempo. Una terraza de hormigón también es un lugar en el que los niños pueden jugar con seguridad al aire libre y dónde disfrutar de las noches de verano.
Por todo ello, si tienes la suerte de tener espacio en casa te animamos a que construyas una a partir de una base de cemento. Es importante tener en cuenta que para hacerla uno mismo es necesario tener un mínimo de conocimientos de construcción. De lo contrario, el resultado no será el deseado y tendrás que acabar llamando a un profesional.
De todos modos, con este paso a paso que presentamos a continuación comprobarás que hacer una terraza no es una tarea complicada. Aquí solo explicamos cómo hacer la base, pero después puedes complementarla con más elementos. Una valla o un toldo son dos ejemplos de ello.
1. Elegir y preparar el terreno para hacer la terraza de hormigón
Lo primero que hay que hacer a la hora de hacer una terraza de hormigón es pensar donde la vamos a colocar. Lo más habitual suele ser al lado de la casa y en contacto con las paredes de la misma.
Respecto a las dimensiones, piensa en qué elementos quieres colocar y la posición de cada uno. Por ejemplo, si va a ser una zona donde comer, deberás pensar el espacio que van a ocupar las sillas, las mesas y la barbacoa.
Una vez que hayas elegido el espacio en el que se va a ubicar la terraza de hormigón tienes que preparar el terreno. Para ello, hay que quitar el césped, en el caso de que lo haya, y alisar la zona.
Es importante partir de una superficie totalmente lisa y sin irregularidades. De lo contrario, la base será inestable y el resultado no será el esperado.
Para acabar esta primera fase tienes que delimitar con tacos y cuerdas la zona. Así quedará clara la posición concreta en la que se tiene que ubicar la terraza de hormigón.
2. Realiza el encofrado para la terraza de hormigón
Llega el turno del encofrado. Esta es la tarea más complicada, por lo que tendrás que tener especial cuidado a la hora de llevarla a cabo. Para ello necesitarás tablas y elementos para fijarlas y evitar que se muevan.
Piensa que el encofrado va a actuar a modo de recipiente cuando llegue el momento de verter el hormigón. Un fallo hará que se vierta al exterior y complicará las tareas de construcción.
Te recomendamos que prestes especial atención a las esquinas. Suelen ser los puntos críticos y merece la pena perder tiempo en ellas. No sigas con el próximo paso hasta que el encofrado no esté totalmente montado y de la forma adecuada.
3. Malla metálica para aumentar la resistencia
La malla metálica es fundamental para garantizar la resistencia de la terraza. Intercalar el hormigón con el metal da como resultado una superficie resistente y a prueba de golpes y del paso del tiempo. Nuestro consejo es que no escatimes en material y coloques toda la malla que sea necesaria.
Debes distribuirla de forma homogénea por toda la superficie prestando especial atención a las esquinas. Recuerda que no tienen que alcanzar los bordes de la terraza. Si esto sucede, la malla quedará a la vista cuando se vierta el hormigón y el resultado no será estético.
4. Verter el hormigón
Este paso es el protagonista de todo el proceso. Una vez que tengas el hormigón deberás verterlo de forma homogénea por toda la superficie. Una buena opción es comenzar por aplicar unas tiras gruesas de punta a punta de la terraza. Después tienes que añadir el hormigón restante. Recuerda que el hormigón se seca, así que deberás trabajar de forma rápida.
5. Nivelar la superficie
Una vez que hayas vertido el hormigón y antes de que se seque tendrás que nivelar la superficie. Para ello lo más recomendable es que te ayudes de una regla o barra de metal totalmente recta. Con cuidado la tendrás que pasar por la superficie hasta que esté totalmente lisa e igualada.
Realiza esta tarea detenidamente porque merece la pena realizarla correctamente. Una superficie que no está nivelada es sinónimo de charcos en los momentos de lluvia y de molestas sillas que cojean.
Ya solo te queda esperar a que el hormigón se seque totalmente y podrás empezar a disfrutar de tu terraza.