Qué debes tener en cuenta antes de podar tu jardín
Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río
Podar tu jardín significa recortar o suprimir los brotes y ramas de árboles y arbustos. Mediante este proceso, se producirá un mayor flujo de la savia.
Si se poda de manera correcta, mejorará el desarrollo y el aspecto del ejemplar. De esta forma, se incrementará la producción de frutos, el tamaño de la planta y la floración. El ejemplar crecerá con un vigor y fuerzas totalmente renovadas, con un mayor desarrollo del follaje y una potenciación del color del tallo.
Sin embargo, hay que conocer bien los pasos a seguir, para evitar que los ejemplares se encuentren más expuestos ante plagas, enfermedades… Además, una mala poda podría llevar a la muerte del arbusto o árbol. De ahí la importancia de saber llevar a cabo este proceso de manera adecuada. Realmente es una práctica esencial en el mundo de la jardinería.
Además, no olvides que esta práctica requiere regularidad, sino, no serviría de nada. Por otro lado, no es lo mismo la poda de:
- Árboles y arbustos: se podan concretamente a finales de invierno y principios de primavera.
- Árboles frutales: debemos podarlos cuando estén totalmente sin actividad, es decir, cuando no tengan ningún tipo de baya o fruto. De esta manera, luego florecerán con más fuerza.
- Plantas perennes: justo antes o después de su época de crecimiento, por lo que te recomendamos que las podes en invierno.
Conoce los tipos de poda
En primer lugar, es necesario pensar qué tipo de poda quieres llevar a cabo, en función de las características del ejemplar concreto que quieras podar. Además, estos procesos se pueden combinar entre sí, para lograr un estado óptimo de la planta, arbusto o árbol.
A continuación, te explicaremos brevemente en qué consiste cada tipo de poda:
- Poda de formación: para lograr la estructura que deseamos en el ejemplar. De esta manera, se conduce su desarrollo.
- Poda de producción o fructificación: mediante este proceso, se busca estimular la producción de flores, frutos y hojas. Se da sobre todo en los árboles frutales.
- Poda de renovación o regeneración: llevada a cabo en ejemplares envejecidos (a veces de forma prematura). Se suele llevar a cabo durante el invierno, sobre aquellas ramas estructurales, para que desde ellas se renueve la planta.
- Poda de limpieza: es el proceso mediante el cual se eliminan flores y hojas ya secas o demasiado maduras. Así, mejorará el aspecto del ejemplar. Se podría decir que es la poda mínima.
- Poda de despunte: se corta la punta de los tallos, para que de esta forma nazcan de ellos ramificaciones, ganándose volumen y frondosidad.
- Poda de clareo o raleo: utilizada para eliminar parte del follaje, cortando la base de las ramas más débiles y peor ubicadas. Asimismo, de esta manera se facilitará una mejor ventilación.
Consejos a tener en cuenta antes de comenzar a podar
En relación con el apartado anterior, te dejamos algunas cosas que debes tener en cuenta antes de comenzar este proceso, más complicado de lo que puede parecer.
Ante todo, debes tener en cuenta cuál es el mejor momento para proceder a podar tu jardín. Para ello, piensa en las características morfológicas y fisiológicas de cada uno de los ejemplares que forman tu jardín. Por eso, cada uno de ellos necesita unos cuidados y mantenimiento específicos. Nunca hay que podar durante la época de crecimiento.
Recuerda que en algunos ejemplares (en realidad una minoría), no puede llevarse a cabo esta práctica. Un ejemplo de ello son aquellas plantas que no tienen tallo.
En cuanto a las herramientas (tijeras, guantes), deben ser apropiadas para la tarea. Deben ser elegidas en función del tamaño de la rama que quieras cortar, no de tamaño general del ejemplar. Todas deben estar limpias y bien afiladas. Para afilarlas, puedes utilizar una lima suave.
Más consejos sobre cómo podar tu jardín
Antes de ponerte con la tarea, presta atención a las partes muertas, enfermas o dañadas. Ten en cuenta si las ramas que vas a cortar están muertas o no, ya que eso facilita mucho la tarea.
Asimismo, debes estar atento no solo a las estaciones, sino a la temperatura y al clima. Cuanto más baja sea la temperatura (y peor se adapte el ejemplar a ella), más tarde deberías podar.
Piensa que es mucho más sencillo cortar grandes porciones de la rama de un solo golpe. Sin embargo, esto traerá problemas posteriormente, haciéndose necesario retoques de manera más continua que si vas cortando de poco en poco.
Si quieres eliminar o retirar por completo una planta, asegúrate de que realmente esté muerta. Para ello, raspa un poquito sobre la corteza: si es de color verde o blanco, es que aún tiene algo de vida. Por poca ida que le quede, quizás termine rebrotando meses después. Solo si está marrón es cuando está muerta.
Una última idea: debes fijarte en la posición de las ramas, te dirá mucho sobre cómo podar. No es lo mismo eliminar unas ramitas que unas ramas gordas.
Conclusión
Esperamos que estas ideas te ayuden a la hora de podar tu jardín. No olvides que es una práctica esencial dentro de la jardinería.
Mediante la poda, también puedes dotar a tus sotas de formas artísticas realmente muy originales.
Por último, recuerda que para que esta acción tengo verdadero sentido, debe verse complementada por otras, como son el mantenimiento general, riego o abonado.
La jardinería es el más puro de los placeres humanos
-Francis Bacon-