Diseña tu salón rústico
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
En la actualidad, el concepto de lo tradicional se ha hecho un hueco en los diseños de interior. Ya no es necesario salir fuera de la ciudad para disfrutar de un hogar con salón rústico.
Las casas de pueblo suelen tener cierto toque campestre, relacionado directamente con el exterior natural y buscando, a su vez, un tratamiento histórico que relacione con el pasado cercano de nuestros familiares.
En realidad, ¿por qué no se pueden incorporar este tipo de diseños a los pisos de ciudad? Puede resultar un tanto dispar el diálogo que se trate entablar con el exterior urbano; sin embargo; el interior puede transportarnos a un contexto diferente.
Ya sea en un pueblo o una casa en la periferia de la ciudad, ambos espacios son fáciles de tratar con estilo rústico; en cambio, la dificultad se encuentra en los pisos localizados en edificios de las capitales, ¿cómo se puede aplicar este diseño para el salón?
Rústico a la par que clásico
No cabe duda que la organización del mobiliario no debe cambiar, ya sea con un estilo u otro. Que sea de tipo rústico no quiere decir que haya que hablar de incomodidad o frialdad; en el fondo, se trata de conseguir atemporalidad y tranquilidad.
Se debe tener en cuenta que cualquier salón con chimenea puede ganar mucho en estilo y calor. Evidentemente los braseros han pasado a la historia y apenas son usados; además, se ha ganado en seguridad.
Normalmente las casas de pueblo solían tener su chimenea. Esta aportaba calefacción natural al salón y permitía cocinar en ella y calentar agua, teniendo en cuenta que ayuda a ahorrar energía.
Es complicado insertar este elemento en el ámbito urbano, ya que los edificios no están adaptados para su uso; no obstante, la nueva tendencia de algunos diseñadores es su incorporación aunque sea de adorno o para potenciar la temática del salón.
¿Cuál podría ser la tonalidad para los sofás? El uso de colores como el gris, azul oscuro o marrón aportan personalidad al espacio. Un caso ejemplar podría ser el sofá chester de piel.
En el centro del salón y delante de la chimenea, podría situarse una mesa que no adquiera todo el protagonismo. Un color tenue o en blanco puede encajar perfectamente con el estilo.
En cuanto al suelo, la madera puede ser un elemento que complementa con el conjunto. No hay que olvidar que este material permite guardar mejor el calor y no enfría los pies.
De todos modos, si se desea aplicar un contenido rural e informal, pero asegurando calidad, el pavimento de toba recrea un suelo semejante a construcciones rurales. ¿Tiene lugar este tipo de material en un interior? Sí, sin lugar a dudas.
Calidez en la tonalidad
A la hora de hablar de un ambiente rural hay que tener en cuenta que los materiales que se vayan a usar deben ser de tonos cálidos. ¿Cuáles son los colores más usados? Son los siguientes:
- Ocre.
- Marrón.
- Amarillo.
- Granate.
La tónica se puede romper con algún otro tono como puede ser el negro, gris o azul oscuro, siempre y cuando se combinen adecuadamente con el resto. Forzar los tonos o aplicar diferentes tonalidades sin un sentido objetivo puede romper la temática.
¿Se puede utilizar el verde? Evidentemente, el color verde remite al mundo natural, produce una sensación de bienestar y transmite entusiasmo. Por eso, es recomendable que no tome gran protagonismo pero que tenga presencia.
Por ejemplo, un salón que se encuentre pintado al completo de este color puede ser difícil de combinar; en cambio, otros recursos como plantas, estores, cuadros, adornos, cojines, etc., aportan un toque natural y fresco y, a su vez, no adquieren protagonismo.
Paredes y techos
Un elemento condicionador que ayuda a transmitir un sentido rural son las paredes y el techo. La piedra es, principalmente, el recurso que complementa al conjunto decorativo y que es más apto para los muros del salón.
Este material es y será, en el mundo de la decoración rural, el material más recurrido, tanto por su resistencia como por su estilo. Transmite un mensaje de carácter improvisado, campestre y con toque fresco.
La técnica de la mampostería ayuda a que el interior obtenga un sentido más dinámico y natural, sin artificios ni líneas rectas que establezcan estructuras reticuladas.
Para los techos, una yesería o madera noble puede ayudar a generar un espacio cómodo y sin protagonismo. En realidad, no interesa que el techo tenga aditivos ni elementos que llamen la atención, sino que sea funcional.
Sin embargo, no debemos olvidar un material importante en este ambiente: el ladrillo desgastado. Su textura y calidez de color transmite un carácter rural; no obstante, su aplicación no debe ser excesiva, sino anecdótica.
Últimamente el ladrillo se utiliza para hacer arcos en marcos de puertas o pequeñas bóvedas en salones. Lo positivo de este material es su fácil utilización en la construcción y la efectividad; por lo que también se puede aplicar con fines decorativos.