3 mejores estilos de baldosa de baño que puedes combinar
Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río
En el siguiente artículo queremos explicarte algunos tipos de baldosa de baño que podrás combinar entre sí de forma que el resultado sea dinámico y original.
Muchas veces, escogemos un solo tipo de baldosa para nuestro cuarto de baño y nos desentendemos. Solo buscamos un resultado discreto, sencillo, práctico y, sobre todo, fácil de limpiar.
Sin embargo, con las baldosas y azulejos podemos crear composiciones realmente llamativas y originales. Solo debemos combinarlas creando composiciones equilibradas y armónicas.
A continuación, en los siguientes apartados, te dejamos 3 maneras de combinar estilos de baldosa de baño.
1. Baldosas hidráulicas
En primer lugar, queremos explicarte cómo son estas baldosas. Están realizadas con cemento pigmentado en distintos colores. Se fabrican con una prensa hidráulica, de ahí su nombre.
Su origen está en Francia a finales del siglo XIX. La verdad es que fueron enormemente difundidos. En nuestro país, estas baldosas fueron introducidas por Antonio Gaudí, gran exponente del Modernismo.
Estas baldosas llaman la atención por sus diseños, realmente muy variados. Algunos ejemplos: mosaicos con inspiración marroquí o mudéjar, motivos geométricos, vegetales… Son muy decorativas, además de resistentes y sólidas.
Lo usual es encontrarlas con un mismo diseño, estén en la zona en que estén o, como mucho, alternarlas con baldosas lisas, en tonos claros, incluso blanco.
Sin embargo, puedes combinarlas siguiendo las pautas del Patchwork, usado sobre todo en el ámbito de la artesanía textil. Consiste en combinar distintas piezas de tela para formar una sola prenda. Pues bien: nosotros haremos lo mismo pero con azulejos.
A la hora de hacerlo, tendremos que seguir algún criterio para que el resultado no esté excesivamente cargado. Por ejemplo: podemos escogerlas con el mismo estampado pero con distintos colores o viceversa.
También puedes colocar baldosas con un mismo diseño en la mayor parte del espacio, pero recorrer todo el perímetro con baldosas con un diseño diferente.
Hagas lo que hagas, con las baldosas hidráulicas el resultado será espectacular. Se usan sobre todo en los suelos, más que en las paredes.
2. Baldosa de baño con y sin relieve
Las baldosas y azulejos con relieve son toda una novedad. Sus diseños incorporan relieves con mayor o menor grado de complejidad. Llegamos a encontrar verdaderas obras de arte.
No solo los vemos en baños, también vemos azulejos con relieve en las cocinas. En ambos casos, lo habitual es verlos en las paredes, no en los suelos.
En función de la complejidad del diseño, puedes combinarlas con otras más sencillas, que tengan solo un color, aunque este sea plateado o algo así.
También puedes colocarlas hasta media altura de la pared, dejando la parte superior pintada (algo quizás menos práctico) o con las mismas baldosas lisas que pongamos en el suelo.
Con estas baldosas, puedes crear una sensación de dinamismo o movimiento. Otra posibilidad es escoger baldosas sencillitas para toda la estancia, exceptuando una cenefa que recorre todo el espacio que esté hecha con baldosas con relieves. Este tipo de contrastes queda muy bien.
Si son de colores claros y poco llamativos, puedes plantearte jugar con las diferentes texturas.
3. Baldosas de diferentes tamaños, formas y colores
En este último apartado, queremos dejarte una opción más. En los casos anteriores, todas las paredes/suelos estaban cubiertas en su mayor parte por baldosas de un mismo tipo. Sin embargo, lo que puedes hacer es reservar cada tipo de baldosa de baño para una parte concreta.
De esta forma, puedes delimitar a la perfección algunas zonas, como por ejemplo la zona de la bañera o ducha. Así, habrá mucho más contraste visual, claro y ordenado.
Para ello, puedes valerte de baldosas de diferentes colores, siempre que sean complementarios o no muy chillones. Otra opción es escoger un tipo de baldosas para el suelo y otro para las paredes.
Para crear más contraste aún, puedes escogerlas de distintos tamaños y formas. Por ejemplo: baldosas hexagonales para el suelo y rectangulares o cuadradas (las más habituales) para las paredes. Si son pequeñitas y rectangulares, puedes colocarlas con forma de espiga.
Por tanto, intenta jugar con los contrastes entre baldosas lisas y estampadas.
Conclusión
Como has podido ver, podemos conseguir diseños realmente llamativos para nuestros cuartos de baño. También podemos aplicar esto a las cocinas, así que puedes planteártelo. Solo hay que combinar los estilos de baldosa de baño de manera adecuada, sin llegar a sobrecargar el ambiente, para sentirnos cómodos.