El cuarto de baño: un poco de historia para saber más
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
El cuarto de baño ha ido evolucionando paralelamente al desarrollo de las civilizaciones, modificándose su ubicación y sentido en función de las diferentes formas de vivir y considerar la higiene personal.
Sin embargo, su historia no necesariamente está vinculada a la del aseo. El ritual del baño es algo más complejo, en algunos casos aparece ligado a funciones religiosas.
El cuarto de baño. Un viaje en el tiempo
Prepárate porque vamos a viajar en el tiempo para conocer un poco de historia. Empezaremos en la antigua Grecia y terminaremos en el siglo XXI.
El cuarto de baño en la historia antigua. Grecia y Roma
Los primeros espacios para la higiene conocidos en Occidente son los restos del baño de la reina de Cnossos. El rey Minos, su marido, hizo construir esta estancia en el palacio de Cnossos, situado en Creta.
Con el tiempo todas las ciudades helenas contaron con este tipo de equipamiento. Pero fue un mérito romano dar a los baños o termas una dimensión social y arquitectónica.
Además, para resolver las funciones higiénicas, existían en las ciudades romanas numerosas letrinas. Hay que decir que solo unos cuantos privilegiados contaban con agua corriente.
El Islam
En el mundo islámico los baños poseían una doble función: social y religiosa. Socialmente eran un lugar de encuentro e higiene; en relación con su función ritual, se concebían como un acto litúrgico para la purificación del cuerpo y el alma.
La Edad Media
En el medievo la cultura del baño se transformó radicalmente. Tras los grandes cambios políticos, filosóficos y religiosos, la higiene empezó a considerarse una costumbre pecaminosa.
El cuarto de baño en los siglos XVI-XVII
En estos siglos la imagen del cuerpo desnudo dejó de verse con naturalidad, esto tuvo diversas repercusiones en el ámbito de la higiene: provocó la desaparición de muchos baños públicos y un importante aumento del hedor.
En este período, la negligencia del cuerpo llegó al nivel más bajo conocido en Europa, esto se tradujo en un notable incremento de las enfermedades infecciosas.
Es a finales del siglo XVI, cuando sir John Harrington, ideó un asiento con un desagüe subterráneo y un depósito de agua. Al destapar la cisterna, el agua caía dentro del asiento y vacíaba su contenido. Fue sin duda, el primer inodoro de la historia.
El siglo XVII
El verdadero precedente de los sanitarios modernos llegó de la mano de Alexander Cummings y Joseph Bramah. En este siglo se afianzó el concepto de higiene asociada a la salud.
Con el fin de combatir las grandes epidemias y las enfermedades contagiosas, se difundieron las primeras medidas de higiene preventiva generalizada, como: lavarse las manos habitualmente y asearse a diario con agua y jabón.
El siglo XIX
A finales de este siglo, los cuartos de baño empezaron a generalizarse en las viviendas y el aseo doméstico contaba por fin con un lugar específico dentro de las casas.
Gracias a los avances realizados en el plano urbanístico, se creó un sistema bastante similar al alcantarillado moderno, lo cual incidió de forma decisiva en la modernización de los cuartos de baño.
De esta manera, se incluyeron instalaciones mas complejas: tuberías, grifos, desagües y calentadores de agua. Estos progresos convirtieron a esta estancia en un espacio confortable y placentero.
El siglo XX
Es en este siglo cuando se consolida el cuarto de baño, buena prueba de ello es el trabajo de los arquitectos, que en la primera mitad de este siglo ya le dedicaban el triple de espacio que en el siglo anterior.
Durante este período van formando parte de las viviendas, para acabar ocupando un lugar importante en ellas. Hasta entonces, los edificios urbanos tenían un solo cuarto de baño para todos los pisos, situado en la planta baja.
El cuarto de baño en la actualidad
Hoy en día, el cuarto de baño se ha convertido en un elemento clave de la casa y su diseño ha adquirido una gran importancia, ya que el usuario contemporáneo le exige una mayor comodidad y bienestar.
Actualmente pasamos más tiempo en esta estancia, ya que lavarse, aplicarse cuidados faciales y corporales son actividades consideradas necesarias y saludables para la mente y el cuerpo.
En el cuarto de baño de hoy, el equipamiento se amplía: armarios, espejos, luces, plantas, mamparas, básculas y aparatos gimnásticos conviven con la bañera, la ducha, el lavabo…
El ritmo de vida actual ha consagrado la ducha diaria, pero, además, la amplia variedad de aparatos higiénicos conduce a la especialización del aseo personal y a otras formas de higiene asociadas a la relajación.
En definitiva, el cuarto de baño ideal, debe adaptarse a las necesidades particulares. Una buena distribución de los sanitarios, de los accesorios y la elección de los materiales más apropiados contribuirán a aprovechar bien el espacio y a hacernos sentir más cómodos.
Curioso, ¿verdad? Esperamos que este post te haya resultado interesante.