¿Cómo afecta la contaminación de la calle en nuestro hogar?
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Residir en una ciudad tiene sus inconvenientes, sobre todo si el domicilio se ubica en una zona concurrida por el tráfico. Por eso, vamos a reflexionar sobre la siguiente cuestión: ¿cómo afecta la contaminación de la calle en nuestro hogar?
Aunque no lo parezca, la polución que se emite desde las grandes urbes también afecta a nuestra vivienda y, por consiguiente, a nuestra salud. Es importante que sepamos detectar qué agentes contaminantes pueden llegar a penetrar por las ventanas y tuberías y de qué manera se manifiestan en los interiores.
Seguramente se te ocurrirán numerosos factores que, de una forma u otra, se manifiestan dentro de casa. Sin embargo, otros pasan desapercibidos. Por tanto, ¿cómo podemos detectarlos? ¿realmente sabemos la situación ambiental de nuestra casa? ¿está contaminada?
Contaminación de la calle en nuestro hogar: el humo de los coches
Si vives en una ciudad donde la actividad del tráfico es continua, es posible que tu hogar se vea afectado por el humo de los coches. Estamos hablando de un serio problema de contaminación del aire, ya no solo porque sea respirado por nosotros, sino porque se impregna en el interior del hogar.
Con el paso del tiempo podrás notar que el mobiliario va oscureciéndose y pierde su color natural. Además, semanalmente es conveniente pasar el polvo, ya que las partículas que se van almacenando en la superficie producen suciedad. Se recomienda utilizar algún ambientador natural que elimine los malos olores.
No obstante, las paredes son las principales receptoras de humo. En ellas se puede comprobar directamente cómo afecta. Suelen ennegrecerse con el paso de los años, y esto supone que debemos repintar las paredes para conseguir, así, un ambiente más higiénico.
Revisa la situación de tu casa y comprueba si el humo de los vehículos está afectando a la decoración.
3 problemas en relación a la contaminación del agua
Probablemente hayas abierto alguna vez el grifo y haya salido el agua sucia. Esto sucede ocasionalmente por obstáculos en las cañerías de las calles, pudiéndose resolver en poco tiempo. Sin embargo, existen otros problemas severos que debemos tener en cuenta.
Lo primero que debes hacer es realizarte la siguiente pregunta: ¿consideras que el agua que utilizamos a diario está en buen estado?
- Hay que asegurarse del material que poseen las tuberías de tu vivienda. Si son de plomo, entonces hay que cambiarlas, ya que pueden ser un agente contaminante al desprenderse partículas tóxicas que afectan directamente a la salud.
- La saturación de residuos en las tuberías que están bajo las calles puede ocasionar taponamientos internos que, a largo plazo, pueden producir un deterioro del sistema de desagües y, por consiguiente, la mala salida del agua hacia las depuradoras.
- Si resides en una ciudad donde las precipitaciones son abundantes, es posible que las alcantarillas no traguen bien el agua. Esto puede generar ciertos problemas de mal olor y la llegada de insectos que pueden entrar en tu hogar. Cuando no hay una higiene urbana adecuada, esto repercute directamente en las viviendas.
Las luces de las calles, otro factor a tener en cuenta
Las calles tienen una iluminación potente a base de bombillas LED con el fin de ahorrar luz y proporcionar la máxima potencia durante toda la noche. En este caso existe un claro factor de contaminación, ya que las luces se introducen directamente en la vivienda.
Posiblemente, tengas una farola junto a una ventana, y para evitar la entrada de luz artificial debes utilizar una persiana que se cierre al completo. Evidentemente, esto llega a ser un auténtico problema cuando queremos oscuridad para dormir. Por tanto, la luz nos está condicionando.
Está comprobado que la contaminación lumínica produce efectos nocivos en nuestro cerebro, ya que nos supone un quebradero de cabeza si siempre recibimos iluminación hacia el interior sin que nosotros lo deseemos.
Si padeces de contaminación lumínica, házselo saber al ayuntamiento para que ponga remedio.
Contaminación de la calle en nuestro hogar: el ruido
Cada vez son más las plataformas que demuestran que el ruido es un agente contaminante que afecta a nuestro estado emocional. Nos produce trastornos en el sueño, ansiedad, impaciencia y aceleración del ritmo cardíaco.
El tráfico rodado, los bares, el bullicio, etc. son los principales focos de emisión acústica. Por tanto, es conveniente que busques sistemas de aislamiento para evitar el problema que supone el ruido.
- Paz Maroto, José: La contaminación ambiental y sus problemas, Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1971.