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Cómo darle el máximo rendimiento a la decoración de tu hogar

4 minutos
La decoración de tu hogar puede tener muchas maneras de trabajarse y de verse; además, cada recurso puede ser utilizado de diferentes maneras
Cómo darle el máximo rendimiento a la decoración de tu hogar
Francisco Jiménez

Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez

Última actualización: 26 noviembre, 2018

Una vivienda es un espacio donde poder trabajar la decoración. Es un lugar en el que se puede dar fruto a la creatividad y para ello puede que te preguntes cómo darle el máximo rendimiento a la decoración de tu hogar.

Por supuesto, una casa se adapta a los gustos y peculiaridades de los inquilinos; así, cada habitación queda condicionada a un tipo de estética personal y bajo unos principios básicos de diseño.

No hay que olvidar que la decoración de un baño no es igual a la de un salón, o la de la cocina a la de un dormitorio. Sin embargo, puede haber una atmósfera general que vincule los distintos espacios y mantenga un vínculo entre los contenidos de cada lugar.

Primer paso: tener claro el objetivo a conseguir

Lo primero que se debe de hacer antes de proceder a la decoración es plantearse un objetivo. Marcar las pautas de lo que se quiere alcanzar es primordial antes de pasar a la acción.

En el caso de que no se tengan claras las ideas, una manera sutil de inspirarse es ojeando revistas de decoración, yendo a tiendas de muebles y bazares o simplemente buscando en internet.

Cuando se fije un objetivo es entonces cuando se puede proceder a la consecución de recursos para su aplicación en el hogar. De todos modos, no hay que comprar de manera aleatoria, sino de forma racional y mentalizándose uno mismo del gasto que se puede permitir.

– Piensa, razona y después actúa.-

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Maneras de utilizar la decoración

Un recurso decorativo no es simplemente para que aporte un contenido estético ni para que complete un espacio; en el fondo, puede ser utilizado por las personas para su disfrute. Por tanto, hay que aprovechar al máximo todos los recursos, ¿de qué manera?

  • En el caso de que se compre mobiliario, hay que tener presente el tipo de utilidad que se le va a dar. Es recomendable que se utilice a la vez que decora. Un sofá puede tener un diseño curioso, un color atractivo y que, además, sea cómodo.
  • Debe haber una adaptación adecuada al espacio; por ejemplo, una mesa para el comedor debe tener unas dimensiones que encajen en la armonía del lugar y no se convierta en algo desproporcionado ni intercepte el tránsito de las personas.
  • Otro caso serían las estanterías: son muebles que ayudan a soportar objetos, libros, plantas, etc.; son algo funcional, pero ¿cumplen una estética adecuada para el lugar? Es ahí donde se debe incidir, es decir, que también decoren.

Presume de tu hogar

Si realmente tienes un hogar con una decoración interesante, donde has cuidado cada detalle, debes mostrarlo ante los demás; es decir, has de presumir de las ideas propias que has plasmado en cada habitación.

  • Haz de tu salón un lugar para celebraciones y festejos. Si realmente sientes que el salón es digno de ser mostrado, entonces es que has conseguido un objetivo muy claro: crear armonía entre la decoración.
  • La entrada como espacio de recepción: el primer paso donde poder descubrir cuál es la decoración interna es en el hall de entrada; ahí es donde un invitado puede hacerse una ligera idea de lo que encontrará en el interior.
  • Los baños como reflejo de higiene personal: haz de él un sitio para sentirse cómodo, limpio, con los mejores sanitarios de porcelana que decoren a la vez que ejercen una función de limpieza.
  • En el caso del dormitorio, es aquí donde se trabaja la expresión personal de uno mismo, tanto en los colores como en la cama. Debes aportarle un toque personal para, así, sentirte lo más cómodo posible y poder pasar allí mucho tiempo.
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Cambia la decoración cada cierto tiempo

Es posible que con el paso del tiempo te canse la misma decoración. La posición de los muebles, el color de las paredes, los mismos recursos…; todo esto se ve a diario y puede llegar a convertirse en algo monótono.

Puedes dinamizar la decoración cambiando de sitio la distribución de los muebles, como por ejemplo el sofá, la mesa, la cama del dormitorio, etc. Cualquier elemento que cambiemos puede aportarle al espacio un contenido nuevo.

No es cuestión de hacerlo cada mes ni cada año, sino cuando uno sienta la necesidad de cambiar y buscar un nuevo objetivo para, así, sentirse bien consigo mismo.

– El principal objetivo es el bienestar.-



Lava Oliva, Rocío: Interiorismo, Vértice, 2008.