Dos formas de decorar con amarillo el salón

Decorar con amarillo es una buena manera de traer alegría y luminosidad a las estancias. Hoy te damos dos ideas para hacerlo y triunfar.
Dos formas de decorar con amarillo el salón

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 julio, 2018

La elección de los colores para decorar nuestro hogar es una decisión importante y difícil. Existe una amplia gama de colores y escoger uno llamativo es complicado porque hay que saber integrarlo en la estancia. Decorar con amarillo puede resultar difícil; sin embargo, no lo es tanto.

El color amarillo es uno de los colores primarios, junto con el cian y el magenta. Esto quiere decir que si se mezclan entre ellos obtenemos el resto de colores.

En decoración de interiores, el amarillo es considerado un color arriesgado que, dependiendo de la tonalidad, puede aportar luminosidad, elegancia o alegría a la estancia. 

En el artículo de hoy te contamos dos formas de decorar con amarillo el salón.

¿Qué nos transmite el amarillo?

Decorar con amarillo es perfecto si tenemos una habitación o estancia muy plana y sin toques de color. El amarillo añade dinamismo, alegría y luminosidad a los espacios. 

Por otra parte, es considerado un color que sugiere sabiduría, conocimiento o inteligencia, aunque el significado de este color varía dependiendo de la cultura. Por ejemplo, en China el amarillo es considerado el color de la nobleza, mientras que en España, en la época de Inquisición, los condenados eran obligados a vestir de este color.

Matices aparte, un salón con toques amarillos o con el amarillo como color principal es un salón que ofrece luminosidad, dinamismo y alegría. Además, el amarillo, aunque sea un color fuerte, se puede combinar perfectamente con otros. Por ejemplo, con el negro, gris o algunos tonos claros. 

Salón con cojines de colores y butaca amarilla

Amarillo sutil

Una de las formas de decorar con amarillo el salón que te proponemos es a través de elementos decorativos específicos. De esta forma, el amarillo se convierte en un toque de color y no en el tono principal de la decoración.

Si tu salón está decorado con tonos oscuros o neutros y quieres añadir un toque de color, el amarillo se puede convertir en la mejor opción. Hoy en día existe una amplia gama de elementos decorativos en este color que alegrará tu estancia.

Decorar con amarillo a través de elementos clave es perfecto para atraer la atención sobre ciertos elementos. Por ejemplo, una pieza que nos gusta mucho o algún objeto sobre el cual queremos que nuestros invitados centren su vista. Esta opción también es genial si eres una persona de colores más neutros que llamativos porque el color fuerte se introduce con sutileza.

Los elementos decorativos que serán tus mejores aliados para decorar con amarillo el salón son:

Decorar con amarillo como color principal

La segunda opción para decorar con amarillo el salón es utilizarlo en los elementos principales de esta estancia. Esta alternativa es genial si eres una persona alegre a la cual le gusta el dinamismo y la luminosidad.

Decorar con amarillo el salón, siendo éste el color principal se consigue introduciendo la mayor parte de elementos de este color.

Una forma fácil de hacerlo es a través de los textiles o integrando el color amarillo en las paredes. Para esta última propuesta puedes optar por pintura o también por hacerlo a través de un papel de pared. La ventaja del papel de pared es que existen algunos con estampados y alguna forma geométrica o diseños florales que son perfectos para decorar con amarillo el salón.

Salón en tonos amarillos

La clave está en saber combinar

Tanto si te decides a decorar con amarillo el salón de forma sutil como si te arriesgas a más, es importante que tengas en cuenta que la clave principal parar que triunfar con este color es saber combinarlo. El amarillo es considerado un color arriesgado y si se combina con colores que no le van bien puede llegar a ser un auténtico desastre.

Los colores con los que mejor acompañado estará el amarillo son:

  • Blanco: es el compañero perfecto, ya que deja brillar al amarillo.
  • Gris: al igual que el blanco, deja que el protagonista sea el amarillo. Eso sí, aporta más calidez.
  • Negro: una combinación moderna y atrevida.
  • Colores fuertes: amarillo con colores fuertes como el azul oscuro, casi negro, es genial para decoraciones tipo boho.

Por último, recuerda que en todo proceso de decoración debemos tener presente el equilibrio para que ninguna estancia resulte recargada ni demasiado estridente.