¿Qué hacer para que tu mudanza no sea un caos?
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Cuando cambiamos de casa, llega el momento más temido, la mudanza. Es un momento en que quieres llevarte todo pero tienes cosas que no usas, que entorpecen, que no sabes en qué caja guardar… ¿Qué hacer para que tu mudanza no sea un caos?
A veces convertimos el cambio de casa en un auténtico embrollo, lo cual nos genera un estrés que podría haberse evitado perfectamente; simplemente hay que ser organizado, tener paciencia y ordenar las cosas con detenimiento.
A través de algunos trucos veremos maneras muy simples de organizar todos tus aparatos, electrodomésticos, ropa, utensilios personales y, sobre todo, los elementos decorativos del hogar.
Primer paso: estudio previo de lo que no usamos
Hacer la mudanza puede ser un momento ideal para deshacerte de cosas que no utilizas o que pueden generarte problemas de transporte; es decir, no todo tiene por qué ir hasta tu nueva casa. ¿Qué se puede hacer?
- Date un pequeño paseo por la vivienda, observando elementos que se encuentran en cada habitación, incluyendo electrodomésticos, menaje y decoración.
- Evalúa el uso que le das a cada cosa y realiza una acción de autocrítica. Es en este momento donde debes comprender que no todo es fundamental en tu vida.
- Toma la decisión de prescindir de aquello que realmente no es necesario. No solo conseguirás liberar espacio en las cajas, sino que te sentirás mejor; es una manera de renovar tu vida y tu actitud personal.
– El verdadero punto débil de tu inteligencia es la falta de facultad autocrítica.-
-David H. Lawrence-
Segundo paso: valorar aquello que realmente usamos
En segundo lugar, hay que valorar aquello que realmente nos importa y que, por supuesto, utilizamos. Ya sea un cuadro, un jarrón, la televisión, la radio, el flexo, una estantería… Nosotros mismos sabremos lo mucho que lo necesitamos.
Por norma general, la gente suele llevarse todo lo que tiene en casa. Sí es verdad que siempre habrá algo que desechemos, pero a nivel general se suele trasportar todo.
Es en este punto donde ya habremos dividido todo como para poder proceder al guardado de cada cosa. Eso sí, el procedimiento no debe ser de manera deliverada; hay que pensar cada paso y ser conscientes de lo que se está haciendo.
Tercer paso: organización en cajas
No introduzcas los objetos en la primera caja que tengas a mano. Se puede hacer un procedimiento mucho más sensato y es a través de una organización por habitaciones y por tipo de materiales:
- Hay que dejar cajas en cada habitación. En ellas se colocarán los elementos correspondientes a ese lugar, siempre y cuando no sean frágiles o que puedan dañarse.
- En el caso de que haya algo que pueda romperse, se puede destinar una caja para materiales frágiles; y, aún así, también se le puede poner un embalaje protector de gomaespuma o con plástico de burbujas.
- No acumular excesivamente cada caja. Es preferible distribuir y generar menos peso, aunque haya más número de cajas. De esta manera, se evitan roturas y aplastamiento de los objetos.
- Finalmente, te darás cuenta de que todo lo que parecía imposible de guardar ha sido organizado perfectamente.
– Orden a partir del caos.-
-Frank Lloyd Wright-
Paso cuatro: mucho cuidado en el traslado
Cuando se carguen las cajas en la furgoneta o camión, hay que tener mucho cuidado de no dar golpes ni tampoco poner cajas muy pesadas sobre otras que son más frágiles. Hay que organizarse también la distribución interior en el vehículo:
- Las cajas con materiales más pesados, es preferible que estén en la parte baja, con el fin de que se puedan colocar otras más frágiles encima.
- Que queden bien sujetas y no bailen por el maletero, así se evitan posibles roturas inesperadas.
- A poder ser, que estén situadas por habitaciones también; es decir, una distribución organizada también en el maletero.
Último paso: llegada y ordenación
Una vez que llegas a la nueva casa, la colocación de todo lo que has traído puede solventarse si desde un principio se hace de manera coherente y racional. De nuevo, si compruebas que hay algo que no encaja en el lugar, puedes guardarlo o tirarlo al reciclaje.
Para ello, hay que hacer una distribución semejante a la de la antigua vivienda; eso sí, siempre puedes cambiar e innovar, situando cosas en nuevos sitios y dinamizando así la decoración.
Garrido Gil, Pablo: Educar en el orden, Ediciones Palabra, 2015.