5 tipos de estantes suspendidos
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
A todos nos gusta tener la casa bien organizada y con el espacio suficiente como para que no se obstaculice el paso. Por eso, es importante que conozcamos 5 tipos de estantes suspendidos útiles para cualquier habitación.
Muchas veces caemos en el error de saturar los interiores con demasiado mobiliario. Este ocupa gran parte del volumen del hogar y llega a impedirnos el tránsito, rompiéndose el concepto de diafanidad y convirtiendo la vivienda en un lugar poco funcional.
A través del mobiliario situado en altura podemos ganar espacio en las partes bajas y, por otro lado, ocupar las partes altas que, generalmente, quedan en desuso. No cabe duda que el mundo de la decoración siempre tiene soluciones para hacernos más fácil el día a día.
1. Estantes anclados en la pared
Una manera de ahorrar espacio en cualquier lugar de la casa es a través de los estantes de pared. Con ellos se produce la fusión entre la estructura y la decoración; es decir, como si las propias baldas surgiesen de forma horizontal desde el muro vertical, consiguiéndose también cierto efecto de estabilidad.
¿Cómo pueden quedar sujetas? Mediante tornillos, hembrillas, escarpias o alcayatas que permitan sostener las baldas de forma eficiente a lo largo de muchos años. Bien es cierto que no hay que colocar demasiado peso sobre la superficie; debemos cuidar los recursos decorativos.
Normalmente, este tipo de estantes tienen formato rectangular y los más comunes son los de madera. Además, son muy fáciles de colocar y no requieren la intervención de un profesional, siendo nosotros mismos quienes podemos ir a comprar los materiales y hacer las tareas de bricolaje.
Es importante que busquemos las fórmulas adecuadas para ganar espacio en los interiores.
2. Estantes suspendidos con cuerdas
A diferencia de los estantes anclados en la pared, los que quedan suspendidos con cuerdas desde el techo son una de las fórmulas más interesantes para darle un toque más original y rústico al hogar. Veamos cómo trabajar esta tipología en tan solo 3 pasos:
- Lo primero que debemos hacer es tener una balda de madera que no sea demasiado pesada. Hay que tener en cuenta que quedará en suspensión y prevenir, así, la posible presión que pueda ejercerse si colocamos objetos encima.
- Los agarres han de situarse desde el techo con dos cuerdas que puedan quedar en tensión y soportando perfectamente la balda en los extremos. Para mejor la sujeción conviene que se realice un nudo fuerte en cada extremo para evitar cualquier tipo de rotura.
- Por otro lado, sería conveniente que el estante quede suspendido desde dos argollas en el techo. Esta es la manera más efectiva de poder sostener de forma más eficiente y ofrecer mayor perdurabilidad en el tiempo.
3. Estantes suspendidos en las esquinas
¿Quién ha dicho que los estantes solamente pueden situarse en las superficies amplias? Los rincones también pueden ser aprovechados; por eso, existe la posibilidad de colocar unos estantes en las esquinas.
Resulta peculiar su morfología ya que rompe con los estereotipos de estanterías y baldas que suelen colocarse justamente en los muros verticales.
Para las esquinas, se pueden disponer tanto estantes anclados en la pared como los suspendidos desde el techo. El objetivo es que se haga un uso de aquellas partes de la habitación que quedan relegadas a un segundo plano.
4. Estantes con formas geométricas
Generalmente, solemos utilizar las baldas rectas ya que son una manera de solventar la decoración de forma eficaz y funcional. No obstante, existen otras posibilidades que pueden ayudar a dinamizar la estética de una habitación.
Las formas cuadradas, rectangulares, hexagonales, octogonales y circulares también resultan curiosas; incluso, se puede jugar con los volúmenes, haciendo que los estantes sean de diferentes tamaños y conseguir un efecto más peculiar.
Las posibilidades que nos ofrecen los estantes suspendidos son múltiples.
5. Los estantes suspendidos de forja
Esta tipología resulta más complicada de sostener, básicamente porque va a tener mayor peso que una balda de madera. Eso sí, va a convertirse en un atractivo visual en la casa, sobre todo si tiene molduras, formas vegetales o líneas curvas.
Es conveniente que los estantes suspendidos de forja queden sujetos con tornillos o alcayatas, con el fin de que estén bien reforzado y que puedan aguantar el paso del tiempo. A su vez, hay que destacar que el color negro es una tonalidad que ayuda a resaltar más la forja y transmite mayor seriedad.
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- Ventura, Anna: 1000 ideas prácticas en decoración del hogar, Universe Publishing, 2003.