Cómo hacer tu propia vinoteca
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
¿Eres un amante del vino y sueles coleccionar botellas de distintas marcas y regiones del mundo? Te enseñamos cómo hacer tu propia vinoteca para que puedas tener una organización y correcta distribución de las botellas.
Hoy en día el vino es un recurso gastronómico en alza. En España existen múltiples empresas dedicadas a la producción y distribución tanto dentro como fuera de España. Existe, por tanto, una clara revalorización del vino en la sociedad.
En muchas ocasiones parece que la única manera de disfrutar de un buen vino es yendo a un bar especializado que ofrezca una amplia variedad de marcas, las cuales suelen estar correctamente organizadas; entonces, ¿por qué no hacer lo mismo pero dentro de casa?
¿Qué es una vinoteca?
La vinoteca es un recurso organizativo de las botellas de vino, las cuales se distribuyen por estantes y por familias, de tal manera que habrá una correcta ordenación de los productos.
Por otro lado, la vinoteca consta de mobiliario apropiado para su disposición de botellas. No sirve cualquier estantería; en realidad, se venden con formato especializado para que la colocación de las botellas sea lo más cómoda posible.
A su vez, se consigue una estética cuidada donde se demuestra el gusto por esta bebida y el arte de mostrar las variedades y sutilezas de las botellas de vino con el fin de estar a disposición del consumidor.
– El vino es poesía embotellada.-
R. L. Stevenson
Cómo hacer una vinoteca en casa
Lo primero de lo que hay que disponer es de un espacio amplio y que se ubique en un lugar fresco de la casa. Por ejemplo, en zonas cálidas u orientadas al sur no es conveniente; es preferible una bodega, sótano, trastero, etc. Lo importante es que el vino esté en un ambiente adecuado.
- Formato de estantería: una manera sencilla y elegante es mediante una estantería donde pueda colocarse en cada estante las botellas de pie y unas junto a otras. Lo importante es que se organicen por tipologías y que pueda verse la etiqueta.
- Disposición de las botellas tumbadas: otro ejemplo sería también del estilo de la estantería anterior pero con espacios habilitados exclusivamente para cada botella y un pequeño recipiente curvo o recto para que pueda estar tumbada.
- Otro formato sería en el que cada botella se inserta en un cubículo cuadrado, circular o poligonal quedando visible únicamente el tapón de la botella. Puede que no se vea la etiqueta, pero la estética queda muy bien organizada y sutil.
- Estructura de enjambre: en este caso, las botellas se disponen en una estantería con formato de enjambre con formas poligonales. En cada hueco pueden colocarse varias botellas tumbadas unas encima de otras, por lo que dificulta la lectura de la etiqueta.
Es recomendable que si se va a utilizar un formato en el que no son legibles las etiquetas, es importante que se pongan cartelitos de cada tipo de vino en cada una de las partes para que puedan ser bien localizadas.
Principales materiales para hacer la vinoteca
La estructura de la estantería debe ser resistente y compacta. Veamos qué materiales pueden ser los más convenientes:
- Madera: soporta muy bien el peso pero debe tener pilotes anchos y resistentes. El color de la madera ayuda a generar una estética elegante y sofisticada.
- Metal: puede ser menos conveniente, pero también sirve para las estanterías. Sin embargo, tiene un inconveniente: coge más el frío que la madera. Además, no queda tan elegante, pero se consigue un carácter más industrial.
– El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre.-
Hipócrates
El espacio y la estética
Tal y como se comentó antes es recomendable situar la vinoteca en un espacio fresco y seco, donde no suba en exceso la temperatura, así el vino podrá conservarse bien.
A la hora de disponerla en un espacio, este recurso obtendrá un protagonismo sinigual; es decir, se denota un gusto exquisito por este producto y demostrarás a tus invitados que tienes un toque refinado, sutil e interesante.
La vinoteca debe situarse junto a la pared. El principal objetivo es que haya espacio de tránsito para poder observar cada estantería y las botellas; en otras palabras, el cuarto se convierte en una especie de museo del vino donde poder elegir el que más apetezca probar.