Fotografías de familiares, un recurso que se está perdiendo
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Tradicionalmente, ha existido una fórmula decorativa muy interesante: las fotografías de familiares. Cada vez son menos los hogares que utilizan los retratos de sus seres más cercanos para adornar la casa.
Es interesante ver cómo la sociedad va cambiando y le surgen otras necesidades. En el mundo del interiorismo así ocurre: los elementos que se emplean para la decoración quedan desfasados y aparecen otros nuevos.
Sin embargo, algunos de ellos dejan de utilizarse, ya sea por falta de significado estético que agrade, o por considerarse un elemento del pasado que no tiene cabida en el presente.
¿Qué nos aportan las fotografías de familiares?
Aparentemente son imágenes que se elevan a nivel artístico y se decoran con un marco. Y, esencialmente, son una representación de un familiar que queda plasmado sobre un papel fotográfico. ¿Cuál es la finalidad? Hacernos recordar quién es.
Estas imágenes suelen tener un sentido creativo; es decir, no aparece esa persona de cualquier manera, sino que está con una pose más artística, en un bello paisaje, con otras personas allegadas a ti, etc.
Podría decirse que son el medio de expresar un recuerdo de manera atemporal. En este caso, sería hacia una persona, la cual es importante para nosotros y queremos que esté presente en nuestro hogar.
Las fotografías de familiares son el fiel reflejo de nuestro pasado y presente.
¿Por qué ya no se utilizan en el mundo de la decoración?
Hoy en día, no está tan de moda utilizar fotografías de familiares para decorar las casas. Resulta algo anticuado y no atrae tanto. Esto se debe, probablemente, a que se busca un carácter más actualizado del interiorismo. Veamos algunas explicaciones en torno a esto.
- Se piensa que las fotografías ofrecen una estética propia del pasado; es decir, se asocia a una concepción de la primera mitad del siglo XX, por mostrar quiénes eran los familiares que ya no están y los que aún viven. Esa idea se está perdiendo.
- El mundo de la tecnología ha hecho que las fotografías no se revelen tan asiduamente y se guarden en los soportes digitales. De esta manera, siempre que queramos ver fotos, no lo hacemos en nuestro salón o a través de álbumes, sino con el móvil, el ordenador, etc.
- Por otro lado, la decoración de los salones y los dormitorios ha cambiado. Ahora, existe una tendencia a la depuración de las formas, utilizando algunos recursos concretos y no acumulando en exceso en las estanterías.
Como todo en la vida, se evoluciona y se trata de cambiar. Por eso, no es de extrañar que existan nuevas posibilidades y se intente ofrecer otra estética.
Una nueva concepción estética
Evidentemente, la utilización de fotografías de familiares en la actualidad ha cambiado. Podemos encontrarlas en otros formatos: estampados en cojines, vinilos de pared, marcos digitales, etc. En el fondo, el mundo del interiorismo ha buscado nuevas vías de expresión.
- Por supuesto, hay gente que sigue colocando su retrato familiar o una foto de los amigos en el salón, pero ya no se tiende a llenar de fotos la repisa de la chimenea con fotos, la balda de una estantería o la mesilla de noche.
- Las nuevas tendencias decorativas, tales como el minimalismo, chocan con las características propias del estilo clásico. Incluso, se trata de darle neutralidad al ambiente y no tematizarlo de ninguna de las maneras.
- La simpleza gana terreno al recargamiento. Tanto por cuestiones estéticas, como por la propia limpieza, interesa tener espacios diáfanos que no estén demasiado saturados ni tampoco con exceso de decoración.
Recomendaciones para decorar con fotos
Si en el fondo te gusta decorar con fotografías de familiares, y quieres que tu salón o dormitorio tenga estas estampas decorativas, puedes situarlas de la siguiente manera:
- No satures demasiado. Escoge aquellas fotos que consideres más interesantes o que quieras destacar, incluso si son retratos personales, pero es fundamental que no llenes las estanterías como se solía hacer antiguamente.
- Colócalas en lugares que puedan ser vistas o que atraigan la mirada. Por ejemplo, una fotografía de pared, con su marco y disposición a modo de cuadro, o también, pueden disponerse las de formato reducido en las estanterías.
- Busca el equilibrio decorativo. No conviene llenar todo de fotografías; es preferible que tengan una presencia anecdótica.