Jarrones chinos, un clásico de la decoración
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Ya sean grandes, pequeños, multicolores o monocromos, los jarrones chinos tienen la capacidad de adaptarse a cada esquema de color, estilo decorativo, cultura y época.
Nunca se ha dado el caso en el que un jarrón chino se haya quedado anticuado. En realidad, funciona muy bien para mejorar la estética de cualquier salón.
Este atemporal recurso es una de las principales aportaciones de China al mundo de la decoración. Sin embargo, cuando nos referimos al jarrón chino, más que un elemento complementario, se trata de una verdadera obra de arte. Es más, las piezas originales tienen un alto valor en el mercado gracias a su exquisitez.
El elegante diseño de estas piezas las convierte en un recurso atemporal y versátil. Tienen la posibilidad de encajar tanto en estilos de corte clásico o tradicional como en ambientes modernos y minimalistas, agregando un toque chic, con independencia de si tienen influencia oriental, o no.
El jarrón chino, una pieza con historia
Los jarrones chinos poseen un encanto y elegancia tan sutiles que han sido capaces de adaptarse a casi cualquier época. Por ello, la tradición cerámica china es milenaria. De hecho, su historia comenzó hace más de ocho mil años, en el Neolítico.
La sofisticación de los primeros alfareros es tan destacable que nos han dejado obras tan importantes como la legión de guerreros de terracota. Durante los siglos siguientes se desarrollaron innumerables nuevas tecnologías y estilos cerámicos. Estas son algunas de las más importantes.
Jarrones chinos de la dinastía Tang (618–907)
Una de las más famosas es la cerámica de tres colores de la dinastía Tang. Estas piezas son unas de las más aclamadas por los coleccionistas de antigüedades. Su principal característica es la alegre combinación de los tonos amarillo, verde y blanco.
La cerámica identificada con esta dinastía tiene un valor incalculable en el mercado. Por fortuna para nosotros, podemos encontrar jarrones inspirados en piezas originales.
A lo largo de la historia, estas piezas decorativas se han ido revalorizando.
Dinastía Song (960–1279)
Durante el gobierno de la dinastía Song, el auge de la porcelana y la cerámica china era imparable. El gran desarrollo de la actividad ceramista provocó la proliferación de diferentes estilos en función de la localización de su producción.
Sin embargo, todos estos elementos se caracterizaban por esmaltes simples pero elegantes, así como formas sencillas y arcaicas. Muchos de los patrones decorativos fueron inspirados por la vida cotidiana y la naturaleza.
Jarrones chinos de las dinastías Yuan y Ming, o porcelana blanca y azul (1279 – 1644)
Los jarrones de este periodo representan el momento de mayor esplendor de la cerámica y la porcelana china. Las obras realizadas durante estas dinastías alcanzaron gran popularidad por todo el mundo, hasta el punto de reproducirse en países más alejados, como Francia o Reino Unido.
Al día de hoy, siguen siendo una tendencia decorativa muy admirada por los decoradores; y, gracias a la cantidad de reproducciones que se realizaron, podemos encontrar piezas muy asequibles y con una belleza que emociona.
Se convertirán en los verdaderos protagonistas de la decoración del hogar.
Dinastías Ming y Qing (1644 -1911)
A lo largo de estas dinastías, la porcelana se enriqueció con la innovación de nuevas técnicas, como el esmalte sobre vidriado o yangcai, que permitía el uso de cualquier color sobre la cerámica. Esta gran variedad de pigmentos permitía recrear complejos esquemas decorativos de flores, paisajes o escenas figurativas.
¿Cómo tratar los jarrones chinos?
Como podemos observar, los jarrones chinos son piezas de gran valor. A la hora de aplicarlos en la decoración de nuestro hogar, es preciso tener en cuenta algunas cuestiones para sacar el mayor partido a este complemento tan especial.
- Se trata de piezas muy delicadas; por ello, debemos asegurarnos de que lo situamos en una zona segura lejos de cualquier peligro. Por ejemplo, si son de gran formato, pueden ser la pieza clave que necesita ese rincón de tu salón. Si por el contrario se trata de un elemento pequeño, siempre podemos situarlo sobre una consola en el recibidor de casa.
- La limpieza de la porcelana china debe ser muy cuidadosa. Este material es muy sensible, por lo que debemos evitar los cambios bruscos de temperatura. No obstante, el método más seguro para mantener intactas nuestras piezas es pasar sobre ellas un paño húmedo a temperatura fría.
- Vainker, J.: Cerámica china y porcelana: De la prehistoria al presente, Londres, The British Museum Press, 1991.