Zonas de trabajo y estudio en casa, lugares iluminados
Las zonas de trabajo y estudio deben tener las condiciones adecuadas para propiciar un buen rendimiento. En este sentido, uno de los aspectos más importantes es la iluminación del ambiente: sin una fuente de luz clara que evite la fatiga visual, el ritmo de trabajo se verá dificultado en gran medida.
Ahora bien, ¿cómo se puede crear un ambiente bien iluminado y sereno dentro de una zona de trabajo y estudio? A continuación te contaremos nuestros trucos y el por qué de los mismos. Una vez los conozcas, no dudes en ponerlos en práctica.
La iluminación perfecta
La mayoría de las lámparas para zonas de trabajo y estudio tiene focos de luz neutra o fría (blanca). La luz neutra, dado que es más parecida a la natural, viene a ser la más conveniente. En cambio, la luz fría, se suele reservar para la iluminación de los lugares más oscuros.
A la hora de crear zonas de trabajo y estudio perfectas, se pueden combinar ambos tipos de luz (neutra y fría) para conseguir una buena iluminación.
Evidentemente, hay que evitar a toda costa los focos de luz fluorescentes, puesto que parpadean continuamente y promueven el cansancio. Además, impiden la concentración durante la actividad.
Por otra parte, no hay que olvidar que es muy recomendable situar el escritorio cerca de una fuente de luz natural, como una ventana.
Además de obtener una buena iluminación durante el día, se evitará el derroche de electricidad y, por ende, una factura con cifras altas.
La orientación ideal del escritorio es totalmente de frente a la ventana. No obstante, en caso de que esta opción no sea posible, lo mejor será procurar situar el escritorio lo más cerca posible de la ventana.
La tecnología LED
La mayoría de las bombillas con tecnología LED proporcionan una mayor cantidad de luz y no generan un gasto mayor al de una bombilla corriente.
Asimismo, tardan mucho menos tiempo en alcanzar su máxima intensidad, por lo que emiten buena iluminación al instante en que se encienden.
Hoy en día, se dedican varias horas seguidas al trabajo y esto requiere una iluminación óptima, tanto por salud visual como por optimización y mantenimiento del rendimiento laboral. Por ello, los focos LED son los más empleados.
Flexos para zonas de trabajo y estudio
Estas son las lámparas más empleadas para la iluminación de zonas de trabajo y estudio. Al principio, eran lámparas de mesa que constaban de un brazo flexible o articulado.
Aunque pronto salieron los modelos de pinza, que se podían instalar en el escritorio o en una estantería, para así ocupar el mínimo espacio y ampliar el alcance del foco de luz.
El gran atractivo de los flexos radica en el hecho de que, su estructura flexible permite orientar la luz hacia diferentes direcciones.
Sin embargo, hay una recomendación de gran utilidad que conviene tener en cuenta: si eres diestro, la fuente de luz debe quedar a tu izquierda y, si eres zurdo, a tu derecha.
A los modelos de flexo más modernos, se les puede ajustar el porcentaje de brillo, para una mayor comodidad.
Los flexos de pie son otra solución a la hora de equipar una zona de trabajo o estudio. Este modelo tiene las mismas características que el modelo de mesa y se sitúa junto al escritorio, en la dirección que se desee.
Lugares en casa bien iluminados
Para conseguir la iluminación perfecta, es fundamental prestar atención a las características del lugar. Hay que procurar optar por el punto que reúna mayor cantidad de puntos a favor en lo que respecta a: espacio, acústica, y por supuesto, iluminación.
Los sitios más recomendados para colocar una zona de trabajo vienen a ser los siguientes:
- Un rincón del salón, cerca de la ventana.
- En el dormitorio.
Mientras que los menos recomendados son:
- Una zona de paso (como un pasillo).
- La terraza (si se vive en un piso) o en una galería (casa).
En conclusión
Mientras más atención se preste a los detalles de la habitación, mejor distribución de los focos de luz se podrá hacer. Tal y como se mencionó, es importante saber ubicar el escritorio y la lámpara para poder aprovecharlos al máximo.
A diferencia de lo que se suele pensar, no es necesario contar con herramientas excesivamente costosas y sofisticadas, sino hacer un uso eficiente de las opciones disponibles, con ayuda de algunos trucos.