4 errores que se cometen a la hora de restaurar muebles de madera
Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río
Si te has planteado restaurar muebles de madera para darles una segunda oportunidad, lee el siguiente artículo para ver qué errores debes evitar a toda costa.
Es muy posible que alguna vez hayas tenido en casa un mueble que, con el paso del tiempo, te pedía a gritos un cambio. Esto puede ser consecuencia de malos cuidados, cambio de tendencia… Por eso, es importante darles el cuidado que necesitan.
De ese modo, lograremos que nuestros muebles tengan una mayor vida útil. Si tienes algunos muebles que tienen mal aspecto o sencillamente quieres cambiar su estilo, tienes que restaurarlos, ya sea total o parcialmente.
Y como te explicaremos a lo largo del siguiente artículo, es algo que puedes hacer tú mismo en casa sin ningún problema y sin apenas gastar dinero. Solo necesitas seguir correctamente los pasos establecidos para no dar lugar a errores.
Si buscas un resultado satisfactorio, debes evitar a toda costa los errores que te presentamos en los siguientes apartados.
1. No lijar lo suficiente
Este es el primer paso que debemos realizar a la hora de restaurar muebles de madera. El lijado influye muchísimo en el resultado final de nuestro mueble, da igual si es un armario, una cómoda o una mesa.
Al lijarlo, nos estamos encargando de nivelar toda la superficie, impidiendo que haya imperfecciones o astillas: debemos poder pasar la mano por la superficie sin sentir ninguna molestia.
Y no solo eso, si no lo hacemos de manera correcta, luego nos resultará mucho más difícil aplicar el barniz o la pintura.
Además, también es importante el tipo de lija que escojas: algunas son manuales y otras mecánicas. Recuerda que las encontramos con distintos tipos de grano y que hay que trabajar siempre siguiendo la dirección de la veta de la madera.
Tampoco debemos olvidar que entre capa y capa de pintura o barniz, debemos lijar suavemente. Para ello, necesitaremos una lija con un grano más fino.
2. Limpiar el mueble de manera incorrecta
A continuación, antes de proceder a barnizar o pintar, tienes que limpiar toda la superficie. Si no, es posible que notemos algunas imperfecciones a la hora de aplicar el barniz o pintura (o ambas).
En primer lugar, has de quitar todo el polvo. Para ello, encontrarás distintos productos: algunos los puedes elaborar tú mismo en casa.
Cuando hayas quitado todo el polvo, pasa un paño algo humedecido por toda la superficie. Cuando acabes, espera a que el mueble esté totalmente seco y, entonces, podrás comenzar a barnizar y pintar.
Una vez que tu mueble esté restaurado, tienes que limpiarlo de manera regular, para mantenerlo en buen estado. Por eso, al limpiar tu casa, no debes olvidar darles una pasada.
3. No esperar lo suficiente a que se seque el barniz y/o la pintura
Después, debes barnizar y pintar tu mueble. Si quieres un resultado natural, solo tienes que barnizarlo. Los barnices tienen la función de proteger la madera ante cualquier daño. Pueden ser satinados, mates o brillantes.
Si, en cambio, quieres cambiar más el aspecto del mueble, te recomendamos que lo pintes y luego apliques el barniz al final. Hagas lo que hagas, debes respetar los tiempos de secado, si no, luego habrá pegotes o imperfecciones que harán que el resultado final no sea tan estético.
Una manera original de pintar es siguiendo las pautas del estilo a medio pintar, aplicable también a las paredes. Y si te gusta el estilo vintage, retro, Shabby Chic, etc., puedes pintar aposta de tal forma que el mueble parezca viejo o desgastado.
4. Escoger la ubicación errónea para restaurar muebles de madera
Por último, siguiendo un poco la línea de lo que te hemos dejado en los anteriores apartados, queremos prestar atención al espacio que debes escoger para restaurar tu mueble.
Obviamente, los barnices y pinturas tienen un olor bastante potente. Por eso, si puedes, haz todo este trabajo en un espacio bien ventilado: con las puertas abiertas o en una habitación con ventanales.
Si lo haces en el exterior, es muy importante que la zona de tu jardín o terraza que escojas, no esté expuesta directamente al sol. Esto afectaría obviamente a los tiempos de secado, empeorando el resultado. Por eso, te recomendamos que no haya sol en esa parte y que el espacio esté muy ventilado.
Por último, queremos recordarte que en función del dinero que gastes, los materiales tendrán una calidad u otra, lo que se vería reflejado en el resultado final.