Habitaciones infantiles en color rojo
El color rojo es una elección inusual en lo que respecta a la decoración de dormitorios y, sobre todo, habitaciones infantiles. Al tratarse de un color tan vibrante y vivo, el ambiente adquiere una personalidad que, en pocas palabras, se percibe como atrevida y contundente.
Hay una gran belleza en la calidez, fuerza y alegría del color rojo. Y en el ámbito de la simbología, se le ha conferido significados muy positivos en todas partes del mundo. Por ejemplo, en el Imperio Romano, se asociaba este color con la riqueza, por ello, la vestimenta de los emperadores y senadores era roja.
En China, el rojo es un color muy empleado en la decoración, sobre todo, porque simboliza buena suerte. Esta es la razón por la cual se pueden apreciar desde puertas pintadas en color rojo hasta la colocación de múltiples accesorios del estilo.
Primer paso: elige el tono
Cuando se piensa en el color rojo, viene a la cabeza un tono muy vivo o mejor dicho, bastante saturado, brillante. Y si bien este es un color muy llamativo, no es el tono más recomendable para una habitación infantil.
En la década de los ochenta, se solía buscar un esquema decorativo atrevido y original y, por ello, resultó muy común ver cómo se combinaba el rojo con blanco y otros colores primarios, como el azul y el amarillo, como los cuadros abstractos de Piet Mondrian.
Mientras más saturado sea el tono, más vibrante resultará. Por ello, es importante evitarlo y, en su lugar, optar por tonos de menor saturación.
Se recomienda elegir tonos no espectrales, que se encuentren en un punto intermedio entre el rojo y el púrpura. Algunos de los más conocidos vienen a ser: el burdeos, el cereza, el fucsia, el granate, el magenta, el vino y, por supuesto, los rosas.
Una vez seleccionado el tono, es importante tener en cuenta la iluminación y tamaño de la habitación. Si esta es amplia y luminosa, se puede decorar superficies extensas (como las paredes) con color rojo. En caso contrario, lo mejor será recurrir a unos cuantos accesorios, ubicados de forma estratégica, para no sobrecargar el espacio.
Es preciso combinar el color rojo con una paleta neutra. Las combinaciones con blanco y beige son todo un acierto para las habitaciones infantiles, así como aquellas que constan de blanco y otro color que hace contraste, como puede ser el azul turquesa.
Segundo paso: busca el equilibrio
No es ningún secreto que, a la hora de decorar, siempre hay que buscar la armonía de los elementos para que el resultado sea más que satisfactorio. Y eso, viene a ser aún más importante en el caso de las habitaciones infantiles, dado que hay que cuidar tanto del descanso como del desempeño de los niños en sus actividades dentro del hogar.
La consigna viene a ser: combinar el tono de rojo con una paleta neutra y no abusar de los accesorios. Por ejemplo, si se introducen cortinas y una alfombra roja, es conveniente no añadir más elementos del mismo color, sino, pequeños detalles.
Una gran opción consiste en decorar las grandes superficies con tonos neutros y añadir accesorios en color rojo, como por ejemplo: la lámpara, los cojines, algún peluche o un reloj.
Tercer paso: juega con las texturas
Para que la habitación no resulte ‘plana’ a la vista, es necesario jugar con las texturas para aportar diferentes puntos de profundidad. Para ello, los grandes aliados vendrán a ser los textiles: desde las cortinas, las mantas, los cojines, hasta la alfombra.
Las telas suaves, en combinación con textiles más rústicos, ayudarán a conseguir un ambiente rico en detalles, sin tener que realizar demasiado esfuerzo. También se puede crear un contraste entre textiles con un acabado más ‘casero’ o ‘tradicional’ como la lana y textiles con un acabado más industrial, como el algodón y el poliéster.
Crea tu diseño en color rojo
Al final, el estilo que se desarrolle dependerá de los gustos de cada quien y de las características de la habitación. Tan solo ten en cuenta las recomendaciones anteriores y, anímate a materializar tu idea. Después de todo, a menudo hay propuestas que pueden parecer un tanto agresivas a la primera pero, al llevarlas a la práctica, quedan espectaculares.