¿Qué sistema de filtración elegir para la piscina?
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Con la llegada del verano es necesario que tengamos la piscina a punto. Es importante que el agua esté limpia, principalmente por motivos de salud e higiene. Por eso, lo más conveniente es que pueda depurarse de la mejor manera posible. Quizá te estés preguntando ¿qué sistema de filtración elegir para la piscina?
Está comprobado que la suciedad en el agua es un problema que puede acarrear, incluso, infecciones en nuestro cuerpo. Una mala filtración genera la acumulación de residuos y, por consiguiente, la multiplicación continua de bacterias.
Hoy en día, muchas empresas se encargan de instalar todo el sistema de filtración para que puedas disfrutar de la piscina de manera segura. No obstante, es conveniente que conozcas en qué consiste esto y cuáles son los mejores sistemas. Nunca viene mal conocer aquello que está oculto bajo el suelo del jardín.
¿En qué consiste un sistema de filtración?
El sistema de filtración se encarga de circular el agua de la piscina haciéndola pasar por distintos filtros pequeños y, a su vez, por uno principal. En el fondo, es un proceso con el que ir eliminando poco a poco las impurezas de manera eficiente y repetitiva.
¿Qué es lo que pueden conseguir estos filtros? Principalmente, retienen desde las hojas más grandes a los residuos más pequeños, sobre todo, insectos y pelos. Hay que tener en cuenta que la piscina está expuesta a recibir continuamente desechos que han de ser eliminados.
En primer lugar, los residuos más grandes se quedan en la cesta del skimmer; después, el agua viaja hasta el prefiltro de la bomba. Desde ahí se pasa al filtro principal donde se retienen todo tipo de partículas. Finalmente, regresa el agua limpia haciendo que esté siempre depurada.
En verano debemos pensar en nuestra salud cuando nos bañamos.
¿Cómo elegir el sistema de filtración?
Evidentemente, necesitarás eficacia y buenos resultados desde el primer momento. Por tanto, es imprescindible que se trabaje con buenas marcas, pero, además, interesa que exista una buena instalación. Veamos qué debes tener presente para escoger el sistema más adecuado:
- Lo primero de todo es que exista un buen cálculo de las dimensiones del filtro y de la propia bomba. No pueden escogerse aparatos pequeños si, en realidad, la piscina es grande. En otras palabras, debe haber una correcta comprensión de las escalas y adecuar todo a los tamaños.
- Según el tipo de piscina, pide consejo a los especialistas sobre la potencia de la bomba y los filtros necesarios. No es lo mismo una piscina municipal que una familiar utilizada únicamente por tres personas.
- Hay que fijarse en los materiales de los aparatos, ya que corren riesgo de corrosión. Por eso, es importante que te ofrezcan siempre garantía de calidad. El filtro de resina de poliéster con fibra de vidrio es lo mejor.
- En cuanto a la bomba, el polipropileno combinado con acero inoxidable ofrece resistencia en el tiempo. No cabe duda de que a través de estos materiales se evitará cualquier tipo de problema relativo a la oxidación.
- El sistema de cloración salina está ganando cada vez más terreno sobre los sistemas tradicionales. Es posible que te lo ofrezcan en más de un establecimiento comercial, sobre todo si quieres una piscina natural.
Acude siempre a las primeras marcas del mercado.
Ahorro de agua y respeto por la naturaleza
Un buen producto es sinónimo de ahorro a largo plazo. Bien es cierto que quizá suponga una inversión al principio, pero a la larga se amortiza perfectamente el precio de todo el sistema de filtración. Recuerda que lo barato puede salir más caro.
Debes asegurarte de que los prefiltros son de calidad. La mejor manera de que lleguen menos residuos al filtro principal es a través de unos buenos prefiltros. Hacer trabajar a la maquinaria de manera constante y abusiva hará que pueda empeorar el rendimiento.
Hay que pensar que, en el caso de que el filtro principal esté saturado por exceso de trabajo, posiblemente tendremos que cambiar el agua más a menudo y nos suponga un gasto más elevado. Estaríamos consumiendo mucha agua y perjudicamos al medio ambiente.
Otra idea importante que debemos tener en cuenta es que toda la instalación debe ser silenciosa. Si queda mal instalada, o los materiales no son los apropiados, nos exponemos a que pueda producir ruidos innecesarios y verdaderamente molestos.