Cuidados básicos de las plantas de interior

Si las plantas no sobreviven mucho en tu casa, te será de ayuda conocer los siguiente consejos y cuidados básicos.
Cuidados básicos de las plantas de interior
Sofía Sangrador del Río

Escrito y verificado por la historiadora del arte Sofía Sangrador del Río.

Última actualización: 10 enero, 2019

En el siguiente artículo queremos hablarte de los cuidados más básicos para las plantas de interior. Como resulta obvio, cada tipo de planta necesita cuidados determinados, que cambiarán en función de una especie u otra, aunque es cierto que hay cuidados o necesidades comunes a todas ellas.

Y, como te explicaremos a continuación, también hay que tener en cuenta el interior en el que coloques la planta, ya que el ambiente también influirá.

Las plantas de interior, además de quedar bien a modo decorativo, tienen importantes ventajas para nuestra salud. Por ejemplo, ayudan a respirar un aire más puro y limpio. Por eso, no deben faltar en tu casa.

Colócalas en un lugar con suficiente luz

Plantas en el alféizar de la ventana.

Por lo general, la luz es fundamental para las plantas, aunque es cierto, que dependerá un poco de la especie de la que se trate. Intenta que reciban la luz suficiente para poder realizar la fotosíntesis.

Ante todo, intenta colocarlas cerca de una ventana, balcón, etc. Piensa que siempre puedes cambiar su ubicación si ves que las hojas se empiezan a poner amarillas o empiezan a caerse.

Si tu casa no tiene mucha luz natural, tienes dos opciones: o escoger plantas que no necesiten mucha luz o adquirir focos de luz artificial para ellas. Son bastante fáciles de comprar, de hecho, en muchos casos se encuentran también disponibles de forma online.

Temperatura

Temperatura del ambiente para las plantas.

En primer lugar, hay que tener en cuenta la temperatura natural de la zona en la que vivamos, pero, además, hay que tener en cuenta la propia temperatura que hace en el interior de nuestra casa. Para ello, habrá que prestar atención, por ejemplo, a la orientación de la casa (o de la parte de la casa en la que coloquemos las plantas) o al tipo de calefacción o de aire acondicionado que tengamos.

Si vives en una zona calurosa, puedes escoger plantas que aguanten bien las temperaturas del verano, como las suculentas, la sansevieria o los cactus. Como ves, también hay plantas específicas para cada época del año: en otoño, los crisantemos y los pensamientos serán una opción.

En cualquier caso, evita los cambios bruscos de temperatura, no harán ningún bien a tus plantas. Lo ideal es que se mantengan durante todo el año entre los 15 y 25 ºC, como mucho.

Humedad

Regar las plantas para mantener su humedad.

Este aspecto se encuentra estrechamente relacionado con el anterior. Sobre todo en invierno, con la calefacción, el ambiente de nuestra casa puede tornarse un poco seco, lo que no será favorable para muchas de las plantas de interior.

Además, piensa que parte de las plantas de interior suelen ser tropicales, que necesitan un ambiente más húmedo. La mejor opción para evitar esto es pulverizar de manera periódica agua sobre ellas. Si tiene flores, evita rociarlas.

Y, si no, puedes colocar bajo la base un plato con agua. Para que el agua se evapore poco a poco, coloca en el plato grava, por ejemplo.

Obviamente, esto dependerá, en parte, de la zona en la que habites, ya que así podrá haber una mayor o menor humedad en el propio ambiente. En el caso de vivir en una zona más seca, será necesario usar algunos de los trucos a los que hemos hecho referencia.

Abono y riego

Abono de plantas.

Ambos son fundamentales. Hay que tener en cuenta que, al encontrarse en el interior de la casa, no sufrirán tantos cambios de temperatura, así que no notarán tanta diferencia entre verano e invierno. Esto se traduce en que, por ejemplo, en verano no tendrás que regarlas tan a menudo como las plantas del jardín.

Una vez más, hay que recalcar la idea de que todo depende un poco de la especie de planta que tengas. Verás que hay algunas plantas que apenas necesitan ser regadas, perfectas para los que les cuesta un poco más cuidarlas.

La tierra nos será de ayuda para saber cómo está nuestra planta. Si es necesario, puedes adquirir un higrómetro, para conocer el grado de humedad de la tierra con exactitud.

Por último, recuerda abonar las plantas, sobre todo en ciertas épocas del año, como por ejemplo la de floración. Si no lo haces (o no lo estás haciendo de manera correcta), notarás ciertas señales. Hay diversos tipos de abonos o fertilizantes, de hecho, incluso puedes hacerlos tú mismo.

Como ves, estos cuidados no son nada complicados, lo básico es que conozcas cuáles son los que necesita cada planta en concreto, para acertar por completo.