Realiza un pequeño huerto en la terraza de tu casa
Escrito y verificado por el historiador del arte Francisco Jiménez
Hoy en día están muy de moda los alimentos ecológicos y realizar tu propia cosecha, pero ¿qué ocurre si no tienes casa en el campo ni un recinto apropiado para ello? Una solución es si se realiza un pequeño huerto en la terraza de tu casa.
Resulta muy interesante poder tener nuestro pequeño espacio personal y productivo para obtener nuestros propios alimentos de manera particular y natural. Esa es la finalidad de un huerto ecológico.
Sin embargo, la vida en la ciudad no nos ofrece esta posibilidad y tenemos que comprar productos en supermercados y tiendas que no sabemos si han tenido tratamientos artificiales o si llevan conservantes.
Posibilidades que ofrece una terraza
En realidad, una terraza puede ser explotada desde muchos puntos de vista: para decoración, descanso, trabajo, etc. De este modo, podría incluirse un grupo más: el de la siembra de un huerto.
En este sentido, no estamos hablando de llenar el suelo de tierra y hacer surcos, evidentemente eso es una auténtica utopía. A lo que nos referimos es a la posibilidad de acondicionar el espacio de tal manera que se pueda conformar un pequeño huerto.
La terraza no pierde su funcionalidad en ningún momento y puede ser decorada igualmente; de hecho, conviene que el huerto se ubique en un rincón para que no ocupe todo el espacio, así otras partes pueden ser destinadas para otras finalidades.
– No debemos olvidar que la terraza es el espacio de conexión entre el hogar y el exterior.-
Proceso de realización del huerto
Para tener un huerto en la terraza es imprescindible que el espacio sea amplio. Si se tiene simplemente un pequeño balcón, entonces el huerto es algo complicado de realizar. Veamos que artículos son imprescindibles para su realización:
- Cajones o estantes amplios rectangulares: ya sean cajas de madera o de metal, deben tener la suficiente superficie como para poder llenar de tierra. Las dimensiones recomendadas pueden ser entre 1-1,5 metros de largo por 0,5 metros de ancho.
- Cada cajón que sea para un tipo de cosecha: no conviene mezclar unos productos con otros, salvo que se tenga poco espacio y se quiera plantar varias cosas.
- Deben estar a la altura de la cintura, con el fin de que se pueda trabajar mejor, no forcemos la espalda y evitemos así lesiones innecesarias. Será sujetado cada estante por cuatro patas, así podrá ser limpiado de manera más eficiente.
- Sistema de drenaje: es importante que la base de cada cajón posea agujeros o hendiduras para que pueda salir el agua en caso de que haya acumulación de líquido; por eso, para no ensuciar la terraza, conviene que en el suelo haya otros recipientes que recojan el agua sobrante y pueda reutilizarse.
Tal y como se ha dicho anteriormente, no interesa llenar toda la terraza con el huerto. Hay que ser conscientes de que solamente es un elemento de ocio y entretenimiento, no una profesión.
Invernadero en la terraza
Existe otra posibilidad que es realizar en tu terraza un pequeño invernadero. De esta manera, se pueden plantar cultivos de climas templados. Existen tres maneras de hacerlo:
- Puede cerrarse la terraza con cristales o con uralita. Si se utiliza este último material, el problema es que en verano puede convertirse la terraza en un auténtico espacio de sofocante calor, por eso conviene que no se cierre herméticamente.
- Mueble-invernadero: una vitrina puede convertirse en un pequeño invernadero, cerrando todas las partes con cristales, uralita o plástico especial y tratando de mantener en su interior una temperatura constante.
- Otra posibilidad es comprar un pequeño invernadero especializado cuyo tamaño puede abarcar los 2 metros de largo por 1 de ancho y una altura de 2,5 metros. Las dimensiones son apropiadas para la terraza y se ajusta perfectamente al espacio.
En cualquiera de los tres modelos, hay que tener muy presente el cuidado del clima y la humedad en su interior, además de que no se sobrepase el calor en épocas como el verano.
Huerto y estética decorativa
Puede resultar paradójico que un huerto contribuya en la decoración. En realidad, puede aportar mucho y ofrecer un contenido muy diferente a lo que uno está acostumbrado.
Un huerto le da un toque natural a la casa y despierta la curiosidad de aquellos que la visiten, principalmente por ser un recurso original con el que reflejas tu sensibilidad por el mundo rural, es decir, demuestras tu gusto por la estética campestre.