Toc, toc: el rosa llega a tu salón
El color rosa ha dejado de ser de uso exclusivo para los dormitorios de las niñas y ha traspasado fronteras. ¡Es tendencia! Los distintos tonos y acabados se mezclan entre sí para dar como resultado ambientes llenos de calidez, romanticismo y elegancia. Por eso, hemos buscado inspiración para que diseñes un salón rosa.
Si aprendes a aplicarlo correctamente, tendrás la clave para crear un salón original y con un punto excéntrico. ¿Te seduce la idea?
¿Qué transmite el color rosa?
El color rosa está asociado a la sensibilidad, a la inocencia, a la ternura y a la delicadeza. Es un color vinculado a lo femenino pero, también, depende mucho de con qué otro color se combine y la intensidad que tenga.
En este sentido,ç podríamos decir que mientras el rosa mezclando con el blanco es ideal para ambientes infantiles, si lo pones junto al negro se asocia al erotismo. De cualquier forma, es un color muy versátil, amable y perfecto para cualquier espacio.
Cómo aplicar el color rosa en el salón
El rosa es un tono que va de maravilla con las gamas de color más neutras o, si eres atrevido, con colores vivos con pigmentos encendidos.
Puedes pintar de rosa las paredes, añadir complementos y jugar con colores opuestos para crear un ambiente agradable, alegre y moderno.
Si buscas un resultado más armónico y suave, usa los tonos más claros y combínalos con una paleta en colores pastel; de esta forma, obtendrás espacios con mucha luz y la sensación de amplitud se multiplicará.
Otro acierto para salpicar de rosa tu salón es a través de los estampados y, mejor aún, con un papel pintado floral a juego con el resto de los accesorios decorativos.
Atrévete a jugar con el rosa y tendrás un salón elegante y con ese toque de glamour típico de las películas de Hollywood.
Pinta las puertas
¿No se te había ocurrido? Es una idea genial para introducir el color rosa en tu salón y llenar de luz y alegría la estancia.
Nos encanta el efecto que logran las puertas pintadas porque suelen transformar por completo el look de toda la casa de una manera súper fácil y económica. Para rematar solo deberás agregar algunos complementos coordinados con el tono que hayas elegido y ¡listo!
Siéntate en un salón rosa
Si quieres apostar a lo grande por este maravilloso color, hazlo con un sofá en terciopelo rosa y te convertirás en el más sofisticado de tus vecinos. Resulta de lo más favorecedor el conocido como palo de rosa. ¿Lo mejor? Te será muy fácil combinarlo porque es bastante neutro.
Puedes poner una butaca en otro tono un un poco más fuerte y elegir los plaids de flores en un fucsia. Si añades un jarrón con flores en el mismo color, lograrás crear un ambiente muy femenino y acogedor.
Un color que se sube por las paredes
Como te decíamos, es perfecto para pintar las paredes de tu salón. Puedes optar por pintar solo la principal y dejarle todo el protagonismo o, incluso, añadir un arrimadero de madera en color blanco si buscas un acabado más suave.
En cuanto a papeles pintados, la oferta es infinita, pero a nosotros nos encanta este de Leroy Merlin. Es vinílico y el diseño es perfecto para convertir las paredes de tu salón en una selva tropical llena de vida.
¿Con qué colores combinarlo?
Una vez más dependerá del efecto que quieras lograr. En sus tonos más suaves, funciona prácticamente como un tono neutro y va bien con casi cualquier color. Pero, según vayas subiendo la pigmentación, se vuelve más exigente.
De cualquier forma, es imposible que falles si lo pones junto al verde, al azul o al amarillo y, obviamente, el blanco y el negro lo acogen de maravilla.
Un salón rosa es un acierto seguro y puedes utilizarlo en pequeñas dosis, o llenar de este alegre color el espacio. Recuerda siempre cuidar la paleta cromática, crear armonía a través de los complementos y no jugar con más de tres colores en cada espacio de tu casa.