La grifería del baño, todas las claves
Escrito y verificado por la interiorista Goretti Ayubes
La evolución de la grifería del baño no se limita al diseño y a la ampliación de los materiales utilizados, sino que se centra en la incorporación de nuevas tecnologías ideadas para ahorrar agua y mantener la temperatura elegida.
Es muy recomendable invertir en la grifería, ya que los grifos son los elementos más utilizados en el cuarto de baño y, por tanto, los más expuestos a averías. Una buena elección nos puede suponer un gran ahorro en todos los sentidos.
La grifería del baño, ¡no sabrás cuál elegir!
En el mercado se puede encontrar una gran variedad de grifos con propiedades de uso que cubren todas las necesidades. Es cuestión de plantearte cuáles son las tuyas. ¡Vamos a ponértelo fácil!
Grifos bimando
Se trata de la grifería tradicional de llaves: una para el agua caliente y otra para la fría. Son una buena opción en ambientes clásicos y rústicos. También tenemos que decirte que en los últimos años no tienen tanta demanda.
Monomando
Actualmente, se están convirtiendo en la opción más común. Los nuevos modelos incluyen un regulador de caudal de agua y de temperatura que dispone de varias posiciones.
De este modo, antes de abrir el grifo se pueden elegir los grados y la cantidad de agua deseada. Además, son muy interesantes porque incorporan un sistema antical.
Los más completos incluyen también una válvula en la que puede colocarse, por ejemplo, una lavadora, en caso de que dicho electrodoméstico carezca de toma de agua y se encuentre en el cuarto de baño.
Grifería del baño temporizada
Permiten programar el tiempo de salida del agua (entre 5 y 45 segundos, dependiendo de los modelos). Los grifos más nuevos incorporan un pulsador que hace posible detener la salida del agua en cualquier momento.
Termostáticos
Con ellos podemos regular la temperatura del agua, añadiendo la novedad de que esta acción la hacen independientemente de las oscilaciones de presión. Tienen un tope seguridad de 38º, aunque puede aumentarse la temperatura accionando un botón.
Grifos electrónicos
Son los más novedosos. Se activan automáticamente al poner las manos debajo gracias a un sensor de infrarrojos. Funcionan con pilas o con un enchufe.
Combinados
Combinan características de la grifería temporizada con la termostática o la electrónica, lo que nos permitirá regular todas las funciones posibles.
La grifería del baño, alturas de instalación
Existen unas medidas estándares recomendables para la instalación de las griferías, aunque también tenemos que decirte que pueden modificarse en función de la comodidad de cada usuario.
Lo más habitual es colocar el grifo del lavamanos a 75 cm del suelo y el desagüe a 55 cm. La grifería de la ducha suele situarse a una altura de 120 cm. Estos son solo algunos ejemplos.
Un elemento indispensable: la ducha
La batería de ducha tradicional está formada por un grifo empotrado, con dos mandos para el agua caliente y la fría, acompañados de un teléfono o alcachofa para el suministro del agua.
En la mayoría de las duchas, el teléfono se puede fijar a una barra cuya altura es regulable. Sin embargo, las columnas y cabinas de hidromasaje disponen de mecanismos muchos más complejos y sofisticados.
También tenemos que decirte que algunas duchas incorporan una alcachofa en la que pueden introducirse pastillas perfumadas, relajantes o estimulantes que se activan con el paso del agua.
Es importante que sepas que la evolución de la grifería de ducha ha llevado a los fabricantes a hacer boquillas con sistema antical y con salida de agua a presión.
La grifería del baño, ¡ahorremos agua!
Las tradicionales griferías bimando son las que consumen más agua. Los grifos monomando ordinarios no suelen ahorrar demasiada, pero los nuevos modelos pueden reducir su consumo hasta un 50% gracias al limitador de caudal.
De este modo, las griferías temporizadas ahorran un 10% más de agua que las monomando ordinarias, y las termostáticas, un 40%. Pero ten en cuenta, que son los grifos electrónicos los que ahorran más.
Además de lo dicho, queremos que anotes estos consejos: al cepillarte los dientes o afeitarte no dejes el grifo abierto, cuando te vayas de viaje cierra la llave general para evitar posibles fugas, dosifica los baños y utiliza mayoritariamente la ducha.
Cómo limpiar la grifería
Si se lleva a cabo con regularidad, mantener los grifos limpios y en buen estado resulta sencillo. Los principales enemigos de la grifería suelen ser la cal y otros aditivos del agua que se depositan sobre ella, manchándola y dejándola sin brillo.
Para limpiarla es aconsejable utilizar agua jabonosa y un paño. Es recomendable utilizar un producto neutro para evitar dañar los grifos. También se pueden utilizar productos antical.
Si se opta por los antical, hay que tener en cuenta las especificaciones de uso que establece el fabricante en el envase; así como enjuagarlos bien con agua, ya que si quedan restos la superficie de la grifería puede deteriorarse.
Sin embargo, no es aconsejable emplear productos abrasivos como el amoniaco o las lejías, y tampoco son convenientes los estropajos que puedan rayar o dejar marcas sobre el grifo.
Esperamos que estas claves puedan ayudarte con tu elección y también a tomar una mayor concienciación de la importancia que tiene el ahorro de agua para nuestro planeta.