Cubrecama: créalo tú mismo con retazos
Para sentirnos cómodos y poder descansar adecuadamente, nuestro dormitorio debe estar personalizado con texturas y colores que nos agraden. Si tienes ganas de realizar una actividad manual y si necesitas un cubrecama nuevo, en este espacio te brindamos algunas ideas creativas para armar tu propio cubrecama con retazos de tela.
Siguiendo las pautas correctas, conseguirás darle una segunda vida a aquellas telas que ya no usas; reciclar es muy importante para reducir nuestra huella medoambiental.
Junta tejidos
Lo primero que debes hacer es juntar todos los tejidos que encuentres en tu casa, aquellos que estén a punto de ser desechados. Puedes utilizar ropa vieja y sábanas o cortinas que ya no utilices. También puedes pedir a familiares y amigos que te ayuden a recolectar textiles viejos en sus hogares.
Fíjate y analiza bien los tejidos. Recuerda que irán a parar a tu cama. Por este motivo deberán ser tejidos lo más suaves posible. Si poseen texturas rugosas o poco amigables al tacto, descártalos. No harán más que irritar tu piel.
Selecciona los tejidos por color y textura
Una vez hayas recolectado una buena cantidad de tejidos, procede a seleccionar los que más te gusten. Procura combinar lisos y estampados y selecciona tus colores favoritos para imaginar una forma bonita de combinarlos.
Materiales que necesitarás
Para crear tu cubrecamas con retazos de la forma más cómoda, necesitarás los siguientes materiales:
- Cinta métrica
- Tijeras
- Hilo
- Aguja
- Alfileres
- Cinta adhesiva de papel
- Bolígrafo o lápiz
- Máquina de coser (opcional)
- Mesa amplia
- Plancha
Con ellos tendrás más que suficiente para conseguir el mejor resultado posible.
Mide tu colcha
Una vez que ya tengas elegidos tus retazos favoritos, deberás proceder a medir la colcha que ya tengas en tu cama. Fíjate bien. Puedes hacer tu cubrecama de la misma medida o si lo deseas un poco más grande. Con la cinta métrica toma las medidas finales y anótalas para ir llevando un registro.
Corta los retazos de tela
No existen parámetros estrictos para realizar las creaciones personales. Puedes optar por cortar cuadrados, triángulos o rectángulos de distinta medidas, o simplemente cortar figuras exactamente iguales. Esto estará determinado según los tamaños de retazos que tengas.
Realiza una prueba antes de coser
Antes de proceder a la unión de todos los retazos, prueba cómo te gustaría combinar los tejidos. Juega con los colores y los tamaños y no olvides de tener en cuenta el tamaño total de tu cubrecama. Si ya has hecho esta prueba y no quieres equivocarte al momento de coser, puedes enumerar cada pieza consecutiva así tienes una guía.
Sobre cada retazo pega un pequeño pedazo de cinta adhesiva de papel con el número o letra correspondiente. Así sabrás que retazo debes coser al lado de otro y no se arruinará tu creación. Por el contrario, si quieres hacer volar tu imaginación, puedes improvisar e ir uniendo los retazos y mezclar en el momento.
Procede a unir las piezas
Una vez realizada la prueba, procede a coser cada uno de los retazos de tu cubrecama. Recuerda que siempre deberás dejar 0,5 cm. de margen de costura en cada pieza. Si no lo tienes en cuenta, tu cubrecama quedará más pequeño de lo estipulado.
Este procedimiento es recomendable realizarlo con máquina de coser. Si no tienes una y sabes coser a mano, no te preocupes, puedes hacerlo de todas formas.
Cose todas las piezas uniéndolas por su contorno. Deberás enfrentar cada pieza del derecho del tejido y coser por el revés. Así la costura quedará en la cara inferior de la superficie. Procura mientras sumas cada retazo ir controlando la medida. Así no te pasarás o no te quedará chica.
Si realizas este procedimiento con costura manual, te llevará más tiempo. Lo ideal es utilizar un hilo más grueso y reforzar las costuras. De lo contrario el tejido se descoserá.
Plancha tu cubrecama
Cuando ya hayas terminado de unir todos los retazos estarás a punto de haber finalizado tu cubrecama. Deberás planchar toda la superficie para asentar las costuras.
Forra con tela base
Si deseas, una vez terminado el procedimiento anterior, puedes forrar tu cubrecama con una tela lisa. Una opción fácil es utilizar para la forrería una sábana que ya tienes. Cose el forro por el revés de tu cubrecama, así esconderás las costuras y además te brindará una sensación más suave.
Lávalo
Si has manipulado por mucho tiempo tu cubrecama, se recomienda una vez terminado lavarlo bien. Así podrás disfrutar de tu nuevo cubrecama suave y perfumado.
Esta actividad es una alternativa económica y al mismo tiempo, divertida. La ropa de cama suele tener un costo muy alto y a veces no encontramos algo que realmente nos agrade visualmente. Por este motivo, la idea de crear tu propio cubrecama con retazos que ya posees te puede ser de gran ayuda.
Reciclar es muy importante. Si tienes ropa vieja, sepárala. No deseches los tejidos. Siempre existe alguna alternativa bonita para reciclarlos y darles una segunda oportunidad. Anímate, crea y duerme placenteramente con tu nuevo cubrecama.