Las ideas mas originales para hackear el carrito RÅSKOG de Ikea
Si hay una pieza llena de funcionalidad y diseño, es el carrito RÅSKOG de IKEA. Es uno de nuestros favoritos por lo versátil que es y lo bien que queda en cualquier espacio y con cualquier estilo.
Por si fuera poco, su precio no llega a los 40€ y si navegas un poco por los tableros de Pinterest, encontrarás tanta inspiración que, si aún no lo tienes, querrás uno (o varios). Te traemos solo algunos de los usos que puedes darle a este maravilloso invento del gigante sueco.
El carrito RÅSKOG en la cocina
Este fue el espacio principal para el que fue creado el carrito RÅSKOG de Ikea pero su uso ha trascendido y lo podemos encontrar en cualquier lugar de los hogares.
Vayamos por partes y por utilidades y centrémonos en todo lo que puede hacer por nosotros en la cocina.
- A veces las grandes ideas pueden venir a pares y no es mala idea tener dos carritos en la cocina. A nosotros nos encanta como frutero. Si tenemos niños en casa, es una buena manera de incentivarlos a que coman saludablemente. También, lo podemos utilizar como despensa con los elementos de uso frecuente como el café, el azúcar, los huevos… Puede ser muy práctico para tener los desayunos bajo control y no tener que levantarse de la mesa veinte veces.
- Tiene ruedas así que puede desplazarse y convertirse en el asistente perfecto para poner la mesa. Si colocamos en él los platos, los vasos, las servilletas, la aceitera, los cubiertos y todo eso que utilizamos a diario, nos facilitará el trabajo.
El carrito RÅSKOG en el baño
Un carrito en el baño, especialmente si es pequeño, puede ser ideal. Es un complemento muy práctico en el cual colocar el papel higiénico, algunas toallas o los productos de belleza. Eso sí, es importante cuidar que siempre esté ordenado; para ello, podemos poner cajitas o cestos en sus compartimentos.
Si se usa para colocar las toallas u otros textiles, se debe procurar que vayan a juego con el resto de la decoración; es decir que se cree una paleta cromática para que el resultado sea más armónico.
¿El último toque? Incluir alguna planta para darle un estilo personal; además, en el Feng Shui, recomiendan que nunca falte la naturaleza en el baño.
Otro uso súper práctico es colocar en él todos los productos de limpieza. De esta forma, los tendremos siempre a mano para llevarlos a cualquier habitación de la casa. Ahorraremos tiempo y espacio.
El carrito RÅSKOG con los niños
Aquí sí que hemos visto cómo la imaginación de la gente no tiene límites. Vamos a compartir contigo algunas de nuestras ideas favoritas.
Si tienes un bebé, no dudes en emplear este mueble para poner todo lo que necesitas para sus cambios y baños: los pañales, las cremas, toallitas, alguna muda limpia. Se adapta muy bien a cualquier espacio y es muy útil gracias a sus rueditas.
Otra idea es que sea el asistente de ensueño para que todo el material de manualidades que emplean tus peques se mantenga en orden, accesible y cuidado. Si utilizamos cajas, es posible guardar los materiales de menor tamaño. Te garantizamos que a los niños les va a encantar.
¿Y si usamos el carrito RÅSKOG como biblioteca? La balda central se puede adaptar y, así, será más fácil encajar las alturas de los libros; así, estos estarán siempre listos para los pequeños lectores.
Los mejores hacks del famoso carrito
Hay un montón de usos además de los que te hemos contado, como ponerlo en el dormitorio a modo de mesita de noche, utilizarlo como un pequeño huerto para hierbas aromáticas o hacer de él un ayudante de barman. Es difícil decidirse, ¿o no?
Imagen principal: pinterest.es