¿Cómo hacerle hueco en tu dormitorio al bebé?
Ha llegado un nuevo inquilino a casa, la familia crece y tal vez te estés planteado si meterlo en tu habitación o no. Como ya sabrás, los primeros meses de un recién nacido, requieren atención constante día y noche, por lo que es muy frecuente que los padres opten por hacerle un hueco en el dormitorio al bebé. Con esto te ahorrarás los paseos por el pasillo durante la noche y la preocupación de pensar que no lo escucharás cuando despierte.
Cuando hablamos de dormir con los niños en el mismo dormitorio, hablamos de colecho, aunque hay muchos que emplean este término únicamente cuando padres e hijos comparten cama. Si has decidido hacerle un hueco en tu dormitorio al bebé, vamos a tomar en cuenta algunas consideraciones para lograr un ambiente en el que todos se sientan cómodos.
Una habitación para tres
Cada cosa en su lugar
La llegada de un bebé siempre trae consigo una cierta dosis de caos. Requerimos un tiempo para lograr acoplarnos, establecer rutinas y encontrar nuevos espacios que favorezcan la armonía familiar y que nos faciliten las nuevas tareas.
Por eso el orden será tu gran aliado y para ello, comienza por otorgarle un sitio a cada una de las cosas del bebé. Puedes valerte de cestos, cajitas, accesorios colgantes, separadores, todo lo necesario para que te sea fácil mantener cada ítem en su lugar.
Sé práctico
Parece mentira la de tiempo que nos puede quitar un ser tan pequeño. Háztelo fácil y piensa en tener a mano todo lo que usas con más frecuencia: los pañales, toallitas, crema, las mudas, etc. Antes de empezar a cambiarlo comprueba que no te falta nada, porque no puedes quitarle el ojo de encima ni por un momento.
Delimita el espacio
Puedes crear un ambiente bonito y no solo meter la cuna y el cambiador con calzador. Pinta una pared de color pastel, coloca algunas telas para darle privacidad a la cuna, elije muebles sencillos y recuerda, que durante los primeros meses, tu bebé no necesita que lo llenes de muñecos y juguetes. Prescinde de ellos y enfócate en una decoración más sutil y acorde con tu dormitorio.
Cuando menos es más
Nos han hecho creer que los recién nacidos necesitan muchas cosas, pero no es cierto. Intenta que al hacerle un hueco en el dormitorio al bebé, el espacio no se sature para que te puedas mover libremente. Piensa que durante la noche tendrás que levantarte y no querrás ir tropezando con los muebles o con el peluche gigante. Opta por espacios diáfanos, sencillos y poco saturados, esto también favorece el descanso.
La seguridad lo es todo
Dedica un tiempo a pensar dónde vas a colocar cada mueble, que no haya cables cerca o cordones de cortinas, que la cuna no esté cerca de una ventana o de un radiador y fija todas las estanterías a la pared. Los niños crecen rápido y la curiosidad podría provocar algún accidente.
¡Viva lo natural!
Cuando hablamos de los más pequeños, debemos recordar que todo lo que les rodea debe ser lo más natural posible. En lo que a muebles se refiere, opta siempre por la madera, que no tenga barnices tóxicos y que provenga de una tala sostenible.
Evita los plásticos a toda costa, son dañinos para su organismo y para el medio ambiente. La ropa de cama ha de ser 100% de algodón natural, ya que es amable con su delicada piel y permite la transpiración.
La iluminación
Lo ideal es que la luz natural entre a raudales y que ventiles la habitación durante unos 10 minutos todos los días, así se mantiene un ambiente saludable. Por la noche, ten luces cálidas, suaves e indirectas, para que no perturbe la paz de tu bebé.
Cuando estéis preparados para hacer el cambio de dormitorio y que el bebé tenga su propio espacio, recuerda que tenemos tips para que la decores con todo lo que necesita y sin perder estilo.