Diferencias entre los maceteros de plástico y de cerámica
Decorar con maceteros es más que bonito, y le da un toque diferente a cualquier ambiente. Pero muchas veces no sabemos cuál es el más adecuado, o de qué material comprarlo. En el siguiente artículo te contamos algunas diferencias entre los maceteros de plástico y de cerámica, y las ventajas y desventajas de cada uno.
Tipos de maceteros
Si quieres comprar maceteros, probablemente has estado mirando diferentes opciones… ¡Y no sabes cuál elegir! Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas.
Lo primero que tienes que hacer antes de elegir los maceteros es analizar el ambiente dónde los colocarás. No es lo mismo que se trate de un lugar frío, que de uno cálido, soleado o con sombra, húmedo o seco etc.
¿Qué tiene que ver todo esto con las macetas? ¡Mucho! Porque cada material con el que están hechas se adapta mejor o no a ciertas características exteriores. Entre las opciones de maceteros encontramos:
- Greda (porosos, se secan con facilidad, absorben la humedad ambiente).
- Cerámica (bonitos, pero caros, son a prueba de heladas).
- Madera (resistentes a las heladas, con posibilidad de que se pudran).
- Plástico (asequibles, de todo tamaño y forma, livianos para colgar).
- Metal (bonitos, urbanos y modernos, se recalientan y enfrían en seguida).
- Cemento o piedra (minimalistas, pesados, difíciles de mover, robustos).
- Barro cocido o terracota (clásicos, adaptables, porosos, pueden ser pesados y costosos).
Maceteros de plástico: ventajas y desventajas
Cada vez son más las personas que eligen maceteros de plástico para sus terrazas, balcones o jardines. Esto se debe a que son muy baratos, ligeros y están disponibles en todos los colores y formas que nos imaginemos.
Los maceteros de plástico en realidad están fabricados en PVC, resina sintética o polietileno, para garantizar una mayor calidad. Pero, incluso, podemos construirlos en casa con lo que tenemos disponible: un bidón, unas botellas, recipientes que ya no usamos, etc. Y al ser tan livianos, se pueden colgar sin ningún problema en las barandillas de la terraza o paredes.
En las tiendas especializadas podemos hallar maceteros de plástico que están pintados de forma tal que emulan otros materiales, como la piedra o el barro. También se venden con doble pared que aíslan del calor o el frío del ambiente y garantizan una mejor vida a las plantas.
Una de las principales características de los maceteros de plástico es que se trata de un material que no se altera con los cambios climáticos. Esto significa que todo el año mantendrá su forma y no habrá riesgos de que se rompa.
Además, durante el verano mantiene la tierra húmeda por más tiempo, al ser el plástico un material poroso. Esto es bueno para las plantas, principalmente para aquellas que están al aire libre y reciben mucho sol. Lo importante para que los maceteros de plástico cumplan con su función es que tengan agujeros en la base, los cuales faciliten el drenaje.
Maceteros de cerámica
Los maceteros de cerámica son muy bonitos, seguramente los hayas visto en alguna tienda de decoración o en las mesas de una cafetería romántica. Pueden ser algo pesados y delicados, ya que si se caen al suelo, se parten. Por eso, no se recomiendan para colgar ni poner en lugares altos.
Lo mejor de todo, además de una cuestión estética, es que los maceteros de cerámica evitan que la humedad ambiente penetre en las raíces, por lo cual, son recomendados en sitios donde las heladas son comunes.
Debemos tener en cuenta que muchas veces estas macetas no tienen agujeros de drenaje, así que no podemos regar demasiado. De esta manera, evitaremos que las raíces se pudran. Algunas personas optan por usarlas de recipiente bonito y dejar la planta dentro de la maceta de plástico que venía cuando la compraron. Así, el agua sobrante del riego se puede desechar fácilmente.
Y otra cuestión que debemos tener en cuenta de los maceteros de cerámica es su precio: suelen ser mucho más costosos que los de otros materiales, sobre todo los de plástico. Son varias las diferencias entre los maceteros de plástico y los de cerámica, en cuanto a su valor, su capacidad decorativa y su peso.
Pueden quedar muy bonitos ambos, pero no en los mismos ambientes. Si queremos algo más moderno, deberíamos optar por los plásticos, pero si nos gustaría un espacio más antiguo, los de cerámica quedan perfectos.